jueves, 25 de septiembre de 2008

Los chicos crecen...

Estaba contenta con mi nueva casa,con mi nuevo barrio, con mi nueva amiga. Los chicos jugaban mucho juntos. O estaban en casa o estábamos en la casa de ella. Charlábamos y ellos hacían desorden.

El marido de ella tenía un trabajo en el que le pagaban muy bien, así que vivían sin sobresaltos y con dos empleadas domésticas. Los chicos tenían toneladas de juguetes... lo que provocaba que hubieran peleas... por la posesión de los mismos. Los chicos de ella, digo. Les habían dejado muy claro el sentido de la propiedad. Habían cosas increíbles. Hasta en la heladera (refri, dicen por acá) habían refrescos para cada uno. Las galletitas también tenían nombre y apellido... Cada uno defendía a capa y espada sus posesiones...

Aunque han pasado muchos años, las cosas siguen igual...

Los dos mayores empezaron a ir a un Jardín de Infantes con Maternal (kinder y maternal) . Me acuerdo las caminatas , llevando a la más chiquita en el coche, me acuerdo de las pataletas y berrinches cuando dejaba a la del medio (que le dicen sandwich... mmm) y tenía que salir casi huyendo, cuando en realidad la pasaba muy bien. Supongo que no le hacía gracia que me fuera con la chiquitita yo sola... y luego las pataletas y berrinches al pasar frente a la heladería... Ah, qué lucha... Lo que era andar por la calle con el trío. Bueno, era una la que daba la guerra...mmm



Bueno, los chicos crecieron. El mayor , que ya había hecho cursos de iniciación musical, hizo una prueba y entró al programa infantil de la Orquesta Sinfónica. Así que empezaba escuela y empezaba con la música, concretamente, con el violín.

Las chicas se quedaron conmigo. Un año decidí que no irían a ningún maternal, sino que estarían conmigo. Pero al siguiente, pensé que sería bueno no sólo que ellas aprendieran a relacionarse con otros chicos, aprendieran a hacer otras cosas, jugaran , se divirtieran, sino que yo también tuviera un recreo como madre...

La más grande tuvo su iniciación con la pintura. La maestra estaba fascinada con ella y la estimuló mucho. El "Jardín" era realmente una casa con jardín, y las chicas lo pasaban bien.

Así que su etapa educativa formal había empezado. Ya los chicos eran no sólo míos sino que ya empezaban a pertenecer también a la sociedad, empezaban a aprender cosas de otros chicos, tenían maestras, tenían fiestas de cumpleaños y... tenían una mamá que corría de un lado para otro, pero que también tenía sus ratos para ser sólo una persona común y corriente, no sólo mamá.

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