Buscando mi paz

Hace tiempo que no digo nada. Hace tiempo que observo, que pienso, que dejo correr los días... Uno tras otro. Con cautela. Que pasen nomás. Y que cada día sea un avance. No hay prisa.

Recuerdo en Francia, cuando vivía cada día y quería detener el tiempo.Que no corriera más, que me diera más chance de disfrutar aquella vida tranquila.

Cuántas cosas han cambiado desde entonces. Los chicos adolescentes con problemas... adolescentes. Nosotros, la pareja, con problemas adultos.

Y sobrevino el divorcio, inevitable, esperado, deseado. Y luego comenzaron los problemas económicos, temidos,sospechados, inevitables. Pero era el precio de recobrar la tranquilidad.

Encontré la tranquilidad? No, en realidad. Pero sí en cierta forma. Ya no me sentí controlada, ya volvi a dormir tranquila y a intentar acomodarme a una vida nueva en mi casa de siempre.

Independencia? No la encontré todavía. Creí encontrarla, pero me autoengañé. Tal vez mi indisciplina, tal vez mi miedo de años , me han detenido hasta ahora el crecimiento real.

Tal vez... todo eso también ha alejado a mis hijos un poco:el miedo de contagiarse del miedo y la inseguridad de la mamá, la supermamá...

Y sin embargo, no me doy por vencida, después de terremotos y huracanes, algunos que no cesan, y pienso que un día encontraré realmente la paz.

Renaciendo

Es algo increíble cómo el ser humano puede reponerse a los desastres. Siempre me ha asombrado ver la gente que vive, por ejemplo, cerca de los volcanes, amenazada constantemente con emanaciones, con piedras, con lava, o en lugares fácilmente inundables, o después de un terremoto... o de los huracanes... ¿Cómo hace la gente para sobrevivir después de perder su familia, o a seres queridos? Y sin embargo, lo hacen. Los ve uno reconstruyendo sus casas, a veces en el mismo sitio, juntando los restos de sus vidas naufragadas, de sus corazones astillados ... y recomenzando, y volviendo a reir , y volviendo a amar, tal vez con ese dolor que no se va del todo, pero la vida sigue ofreciéndole oportunidades, y algún golpe de vez en cuando para que no se distraiga...

Y es que así me siento, volviendo a sentirme viva, a tener sueños , esperanzas, risas...emocionándome cuando brotan mis plantitas en el jardín, cuando aparecen los picaflores, cuando me llama una amiga, cuando escucho a Serrat...

Y a estas alturas, empiezo un nuevo capítulo...

Aquí estoy

Ya ha pasado un largo rato desde que escribí la última vez. Y no sólo ha pasado un largo rato sino que han pasado muchas cosas que pusieron mi vida patas arriba.

Así que pienso que empiezo a recuperarme a mí misma, y espero renovarme, sacarme todas las tensiones, los malos ratos... olvidarme de todo (que felizmente la memoria humana ayuda en eso de olvidar lo malo) y comenzar a construir otra vez.

No será algo instantáneo, será poner ladrillo sobre ladrillo, bien colocados, estables, sólidos, para esta nueva etapa de mi vida.

Otros tiempos

Después de un recreo de unos cuantos días, aquí estoy de vuelta.

Cada vez qeu me alejo un poco es porque pasan cosas que no me permiten ni siquiera pensar. Y lo curioso es que empecé con este blog "privado" sólo para relajarme y olvidarme de la realidad actual.

Así que es tiempo de dedicarle unos minutos a los días en que los chicos empezaron las clases en Francia.

Recuerdo el regreso a casa de ese primer día. Las chicas venían repitiendo como loritas lo que les preguntaban sus compañeras, y que desde luego no entendían. Y así fueron aprendiendo. En dos meses ya no habían problemas con el idioma. En el caso de mi hijo, fue a otro colegio. Él, más reservado, no habló mucho. Peero también en su caso el aprendizaje fue rápido.Poco tiempo después ya estaba en el "Cuadro de Honor".

Recuerdo con mucha nostalgia esos días de libertad, de caminar por el centro de la ciudad, de ir a ver vidrieras, de amueblar la casa... era como comenzar de nuevo, con nuevas ilusiones.

Mis pensamientos podían volar. No había estrés... todo parecía estar bajo control. Es que cuando los chicos son chicos...En fin, lo que dicen: hijos pequeños, problemas pequeños.Hijos grandes...

Me gusta acordarme de esa época y sumergirme en ese tiempo suspendido y pensar en todos esos "croissants" (mmm) los quesitos ricos,el pan , las caminatas,los pic-nics, los paseos , los juegos junto a un puentecito romano que ya era casi nuestra propiedad, las idas a la "videoteca" , las cuatro estaciones, los árboles en otoño, cambiando colores, el frío invernal, la vista perdida desde el balcón, observando a la gente que corría presurosa para no perder el tren, o los que esperaban a alguien, las chicas cruzando la estación de vuelta de clases, los taxis esperando clientes,las bandadas de pájaros dibujando figuras increíbles en el cielo, las idas a la playa, el aroma de los bosques, el silencio...

Y hablando de educación...

He pensado mucho acerca del sitema educativo de este país. Y ni hablar si lo comparo con el francés. Lo curioso es que siendo éste un país sin ejército y que se precia de tener,desde luego,más maestros que soldados (bueno, ahora tenemos policías) por qué no hay un sistema más democrático y económico para los educandos y los padres de familia, que tienen que afrontar gastos enormes cada comienzo de clase.

Para empezar, yo sé que para algunos es mejor el uniforme, y que sólo esa ropa lleven a clases. Pero, para una familia con tres o más niños, significa comprar uniformes, zapatos, medias ... cuando en tantos países los chicos van sin uniforme, con la ropa que pueden. Estaba viendo la preocupación porque los chicos que viven cerca de la zona del terremoto no tienen uniformes y ya mañana empiezan las clases. Y qué importan los uniformes? Quién es capaz de negarle la entrada a un chico porque no tiene uniforme o porque en vez de zapatos lleva zapatillas ? (tennis,dicen aquí)No es lo más importante lo que el chico lleva en la cabeza que lo que lleva en los pies? Creo que más de un presidente fue a la escuela sin zapatos...

En Francia les daban a los chicos cuadernos, lápices... en fin , todos los útiles.Y además, en la biblioteca sacaban los libros prestados para todo el año. Al fin de año los devolvían en buen estado. Si los rompían , o comprabn nuevos, o los encuadernaban... no me acuerdo de esa parte. Pero el colegio o la escuela tenía su stock de libros para todos los alumnos.

Que Francia es un país rico? Sí. Pero podría pensarse en algún sistema para que los padres no estuvieran pensando cada principio de año cómo afrontar tantos gastos con los pocos recursos... y no quedarse sin comer para que los chicos se eduquen. Y ni hablar si después los chicos, por mala nutrición no ponen atención en clase, y al año siguiente están en el mismo nivel, o sea , empiezan a repetir y repetir grados... Creo que sería importante hacer un estudio de posibilidades al menos. Investigar cómo mejorar esa parte y que la educación no sea una tortura para padres e hijos.

Se acerca el comienzo de clases

Vuelvo a Francia y a mis recuerdos imborrables...

Decía que el verano declinaba , ya habíamos conseguido unas cuantas cosas en pocos días.Llegamos a mediados de agosto y creo que en septiembre empezaban las clases. Cuántas carreras, hablar con los directores de las escuelas, yo, que no decía más de cinco palabras y mi marido que apenas chapurreaba un poco de francés. Pero lo logramos.

Así que empiezan los preparativos y nos llevamos la primera sorpresa: la maravilla escolar: los chicos no tenían que comprar útiles, ni libros ni uniformes, ni tenían que pagar nada, a no ser que los chicos almorzaran en la escuela, pero eso era mínimo.

La segunda sorpresa: los chicos podían quedarse a hacer sus deberes en la escuela, con una persona que los guiaba o atendía en caso de dificultades. Así que llegaban a casa y ya no pensban en la escuela hasta el día siguiente.

Otra de las maravillas: al estar tanto tiempo en la escuela,descubrí que tenía más tiempo para mí... y... qué hago yo conmigo misma en una ciudad tan linda y libre como un pajarito?

Otra más, los miércoles tenían libre para hacer cualquier actividad de su preferencia: música, ballet, atletismo, cualquier deporte... y había lugares municipales en los que los chicos podían inscribirse a muy bajo costo! Es que había soluciones para todo!

Otra (y eso no les hacía tanta gracia a ellos) sábado por medio, tenían clases por la mañana. Ah, y vacaciones repartidas a lo largo del año. No había forma de que los chicos se cansaran o aburrieran.

No podía creer tantas cosas buenas, porque aquí, el comienzo de clases significa un dineral en uniformes, libros y útiles, y los chicos llegan a fin de año con la lengua afuera , hartos , estresados porque pasan en puros exámenes... y eso si hablamos de las escuelas públicas, sin mencionar las privadas...

Entonces, el panorama se presentaba muy alentador para la supermamá, quien sin embargo estaba algo inquieta pensando en el primer día de clases y los chicos sin hablar francés...

Temblores,ruido, polvo...

Lo cierto es que entre lo del terremoto, la ida de Bush del gobierno..al fin! (que nos mantuvo pendientes) y los trabajos en la calle, me he mantenido alejada.

Hace varios días que este barrio está de terremoto continuo: están instalando unos caños de desagüe de las aguas pluviales, así que rompen la calle con una máquina que a la vez también es grúa y pala... de todo. El tipo es todo un artista en manejar esa máquina sin tirar los cables abajo , o romper las aceras, o los árboles...Pero, que hace ruido, hace ruido.A eso le sumamos la entrada de camiones que se llevan la tierra que sacan del fondo de la calle, los que van acomodando los caños en la "trinchera", los que van rellenando y apisonando luego para dejar la calle pasable... la cuestión es que todo el día parece que hubieran temblores, más el ruido,más los polvazales... es de locos. Y empiezan a las 6.30 dela mañana y se van después de la puesta del sol.

En fin, uno se lo aguanta con la esperanza de que tanta paciencia nos dará el beneficio de una calle más amplia arriba y menos estrés para salir del barrio.

Así que ya llegaron a la esquina frente a casa. Mañana será otro día de trabajo, ruido y polvo, pero ya después va amainando y los que tendrán que soportar esta revolución callejera serán los vecinos de cuesta arriba.

Espero esta semana retomar la historia de la mamá ...

Después de un terremoto...

Estar en medio de un terremoto es algo espantoso. Primero se siente un ruido, como un zumbido... no sé bien... pero hay algo que lo alerta a uno de que algo va a pasar.

Estaba empezando a almorzar cuando de pronto me sentí despedida de la silla. Muchas veces tiembla... y es sólo un sacudón y nada más. Pero esta vez, el movimento continuaba y cada vez más fuerte. Las paredes se movían y empezaban a caer cosas al suelo... y no paraba... y no paraba. Llegué a pensar que la casa se caía.

De pronto se detuvo, pero como diciendo: no te confíes que ahora nada más estoy descansando...

Y comenzaron las réplicas más suaves. Puse la tele,que estaba en medio del noticiero ...Claro, y allí estaban las primeras imágenes, las dudas , las preguntas, saber cuál había sido la magnitud y la localización... el origen...la profundidad...

Ya nos fuimos enterando del desastre cerca del volcán, de sus pobladores, de la gente que perdía sus casas, de las carreteras desaparecidas, de la gente enterrada por los aludes, de los que habían caído a los precipicios... de las empresas ... de la gente que no se sabía donde estaba... mil y un detalles que uno no podía dejar de ver y enterarse...Quedamos pegadas a la pantalla como si tuviera imán...

Al día siguiente, seguían las noticias y los detalles... y aun seguimos esperando que aparezcan más personas... y que la ganadería dispersa por las montañas, las pobres vacas esperando ser ordeñadas para no explotar...

Después del terremoto queda una con ese miedo a que vuelva a suceder y además, aunque ya no se sientan las réplicas, se sabe que siguen sucediéndose. Y estuve con dolor de cabeza, con esa intranquilidad, esa inestabilidad...

Después del terremoto se me ocurrió asociar con lo que pasé todo el año anterior y también con lo que están viviendo en la franja de Gaza... y me dije: ésto ya es pasado. Pero hay gente sufriendo una guerra sin sentido (como todas) y otra sufriendo por los embates de la naturaleza, contra la que no se puede luchar ni detener.

Desde luego, prefiero estar viviendo un post-terremoto.

Empezando una nueva vida

Empezamos a instalarnos en el departamento de la calle Jules Ferry, frente a la estación. Mi marido era un experto en acomodarse rápidamente. Así que empezamos a recorrer sitios enbusca de muebles usados y , muy importante, una cocina y una heladera (refrigeradora). Era armar casa otra vez, comenzando de cero.

Fuimos a un MEGA SUPERMERCADO... Aquello era gigantesco. Nunca habíamos visto nada parecido. Había absolutamente de todo lo que se nos ocurriera. Y con chicos... aquello era una locura, se convertía en una compra febril, entre lo que necesitábamos y lo que ellos querían... Desde cubiertos hasta colchones... Y revisar precios, y hacer los respectivos cálculos de conversión a dólares y anuestra moneda, para asustarnos todavía más...

En poco tiempo teníamos lo básico para empezar, agradeciendo que todavía no fuese invierno. Hubo que abrir una cuenta en el banco, asegurarnos, asegurar el departamento, buscarles escuelas a los chicos y... hasta comprarnos un auto, un Fiat Uno, que nos prestó muchos servicios a lo largo de nuestra estadía.

Y así también empezaron nuestros primeros paseos, con pic-nic incluído, nuestras primeras perdidas en las carreteras, nuestras confusiones en las rotondas y las salidas de las mismas, nuestros primeros asombros , algo de estrés , por supuesto, pero fue fantástico: el amado puentecito romano con su arroyito lleno de ranas escandalosas, el río Hèrault, la playa, los pueblitos medievales, los bosques perfumados de hierbas , las caminatas...

Esos fueron ingredientes importantísimos en nuestra vida: los pic-nics de los domingos, cuando salíamos de aventura...

Y ya el verano empezaba a declinar...

El amor a los 98

No estoy hablando del año 98...

El 31 estuvimos mami y yo solitas.Nos tomamos dos whiskies cada una y comimos algunas cositas. Y, tal vez por el efecto de los tragos, empezamos a hablar del amor.

Yo le dije que no había perdido las esperanzas de encontrar a alguien. Y ella me respondió:"-Claro! El amor no tiene edad. Yo a mi edad puedo enamorarme. El corazón no envejece". O sea, a sus 98 años , aunque su piel y su físico no estén en lo mejor, lo de adentro no ha cambiado.

Y lo entiendo perfectamente.Porque yo también veo el paso de los años en mi aspecto exterior, pero por dentro me siento joven, y me emociono y hasta lloro con alguna película o cuando escucho alguna música...

Recuerdo cuando era joven y veía a las personas mayores como si ya se les hubiera acabado la vida, como si no tuvieran nada que hacer ya... Ahora que estoy mayor comprendo ... y no me asusta si los demás me ven como a una señora de casi la tercera edad, porque adentro mío me estoy riendo y me siento hasta más joven que ellos.

Así que empiezo este 2009 con nuevas perspectivas, con nuevos proyectos. Voy a trabajar para que hayan cambios y eso sólo me corresponde a mi hacerlos.

Y también me siento feliz de tener una mamá que, rondando los cien, todavía tiene aliento, ilusiones, se mantiene feliz y agradecida con la vida, y tiene sueños para repartir.