viernes, 26 de diciembre de 2008

Un año que se va

Este es un pequeño paréntesis para desear a todo el que me lea, que tenga un buen fin de año y un excelente comienzo del nuevo.

Siempre terminar uno nos hace recordar las cosas pasadas y pensar en lo que vendrá. Ese resumen no nos deja siempre satisfechos de nuestros logros y por lo tanto,nos porponemos hacer las cosas mejor en el próximo.

Y al pensar en todo lo pasado, sé que no he hecho todo bien, pero tampoco, tan mal. Y me propongo aceptarme tal cual soy y aceptar la realidad como es. Aceptar que no puedo cambiar muchas cosas y convivir con eso sin sufrir.

Y abrir las puertas a lo que vendrá, porque no sabemos qué nos espera ... y ojalá sean muchas cosas buenas.

Empezando a asentarnos

Hay momentos de nuestra vida que quedan bien demarcados por fechas, que son fáciles de localizar en el tiempo. Para mí , el "tiempo de Francia" es uno de esos.

Así que recuerdo tantos detalles de aquellos primeros días, de la confusión del idioma, de no entender nada, de sentirse un pocó inválidos por esa falta de comunicación...

Y las caminatas por la ciudad con los chicos... parecíamos salidos de una película... todos en fila por las aceras , callecitas y centros comerciales. Todos con los ojos abiertos ante las vidrieras que ya anticipaban las ropas invernales: bufandas, abrigos, guantes, gorras... todo era nuevo para los chicos, que soñaban mirando tantas cosas coloridas, deseando que llegara el frío.

Pero también los paseos a la fuente dela Comèdie, las caminatas por la Esplanàde, oyendo tambores africanos , y con sus árboles tan verdes que nos daban un respiro en aquel caluroso verano.

Y los perros de todos los tamaños y colores, caminando junto a sus dueños. Unos elegantes y sofisticados, otros, con su pañuelito al cuello y dueños de apariencia ... no muy amistosa...

Y las aceras, bueno mejor ni acordarse de cómo quedaban al paso de tantos canes, y tantos dueños apurados que dejaban sus rastros perfumados ...mmm ... había que andar con cuidado. Yo siempre decía que los turistas eran los que iban admirando los edificios y las cúpulas, mientras los vecinos eran los que iban mirando al suelo, esquivando los "regalos" que dejaban los bien alimentados animales...

Uno de esos días,llegamos a conocer nuestro apartamento, frente a la estación del tren. Subimos los tres pisos con sus interminables escalones ... y aquél calor... Una sala comedor amplia con un balcón con dos puertas, tres dormitorios bastante oscuros, un baño y una cocina miniaturas. Y por cierto, la cocina era como un pasillo, y oscurísima...con una mesita pegada a la pared. Pero cabíamos todos. No éramos muy exigentes.

Así que a prepararse para llegar con todas las valijas y empezar a buscar muebles. Cuántas carreras! Y con tres chicos...

sábado, 20 de diciembre de 2008

Reconociendo el terreno

Vuelvo a Montpellier, luego del brevísimo paréntesis...

Era agosto, el tiempo empezaba a cambiar,sonaban truenos por doquier... Y nosotros, como sardinas en lata,acomodados dentro del apartamento con dos cuartos, una mini-cocina, una sala que no podíamos usar porque estaba el oso hibernando (o sea, la hija de la dueña) y aquellos calores espantosos... y contando cada centavo de franco (no eran euros entonces)...

Salir de casa significaba gastar plata, almenos en el autobús. Así que la familia gitana se desplazaba sin ton ni son a recorrer calles y gastar lo menos posible, tratando de adaptarse a los precios.

Cuando Christine nos prestó su auto fue algo maravillosamente atemorizante: el que manejaba era mi marido, sin licencia francesa y sin conocer mucho las reglas de tránsito ni las señales , y sin saber ,por ejemplo, que nos iban a hacer cara fea si tocábamos la bocina(claxon-pito...) Igualmente nos arriesgamos e hicimos el paseo que nos recomendó, escondiendo la radio o llevándola con nosotros para prevenir robos...Creo que algo pasaba.... no recuerdo si es que las puertas o las ventanas no cerraban bien, pero algo no andaba bien...

Así que a Saint Guilhem -le Désert , un pueblito medieval en medio de las montañas. Ya el recorrido fue fantástico, "degustando" las carreteras francesas ,impecables , bien demarcadas y con bellísimos paisajes de montañas y ríos. Conocimos también una gruta, la primera de la lista que visitaríamos en otras ocasiones. Así que fue una gran experiencia para todos. Claro,entender lo que decía el guía en la gruta era ya otra historia... mmm

Llegamos a casa sanos y salvos, luego de haber conocido un supermercado, también , que nos devolvió la fé de que podríamos vivir allí.

Mientras tanto, seguíamos en nuestros trámites de buscar casa y auto... escuelas y un montón de cosas.

Y no recuerdo cuánto tardamos... tal vez unos quince días, hasta que vimos por primera vez el apartamento que sería nuestra morada durante tres años...

jueves, 18 de diciembre de 2008

CUMPLEAÑOS...FELIZ???

Se supone que uno debe ser feliz en su cumpleaños...

El caso es que, cuando las nubes grises no son las del cielo, como en Berlín, sino adentro de uno, las ganas de festejar son pocas.

Debe ser por eso la costumbre de la gente que lo llama y felicita: para levantarle los ánimos...

martes, 16 de diciembre de 2008

Los primeros días

Nos fuimos a dormir todos contentos. Y a despertar a la mañana para ver qué hacíamos. Antes que nada, volver a intentar localizar a la persona que nos alquilaba su apartamento.

Y lo logramos. Así que fuimos a la estación en busca de nuestro inmenso equipaje y a buscar nuestro nuevo alojamiento, aunque temporal.

Nos abrió una señora medio despeinada , que más bien se le pararon los pelos cuando nos vio llegar con TODO. Estaba realmente asustada. Ella tenía que dejarnos el lugar porque se iba de vacaciones. Y se fue, pero no de vacaciones.

Ah, lo que fue instalarnos. Parecíamos realmente unos pueblerinos. Y con tres chicos! Las valijas en medio del pasillo... y buscar algún lugar donde comprar algo para comer. Lo encontramos y... primer susto: los precios. Ya mi marido decía que así no podríamos vivir, porque la plata no iba a alcanzar. Volvimos a la casa, a cocinar. Ahumamos la cocina... nos apilamos en la mini-mesa para comer todos... y aquél calor espantoso que hacía... y cuidado con el gato, al que había que alimentar pero no darle leche porque le hacía mal al estómago... Y la lavadora de ropa ... que no sabíamos cómo usarla... Aquello fue divertidamente caótico.

Y para completar, andábamos con los horarios cambiados: dormíamos cuando todo el mundo andaba despierto, y nos despertábamos cuando todo el mundo se iba a dormir... El desconcierto era total. Entre el calor y el sueño , los humarascales en la cocina, las valijas sin desarmar.... apareció la hija de la dueña, que se quedaría a dormir en la sala.

La llamábamos "el oso" porque lo único que hacía era dormir... y como lo hacía en el sofá... había un lugar, el más grande de la casa, al que no teníamos acceso.

El apartamento quedaba en las afueras de Montpellier.Era un barrio tranquilo... muy tranquilo... Alli no había más que un pequeño abastecedor, carísimo... y unas calles llenas de sol y nada más... Caminábamos como locos en busca de algo de animación, la que habíamos visto en el centro... pero sin resultados.

Entonces empezaron las idas al centro de la ciudad, que era como salir de fiesta.Pero, otro susto: los precios de los autobuses... Había que andar contando las monedas... y la plata corría.

Ah, la primera ida al centro, a caminar por las calles y callecitas... qué maravilla!Calles peatonales
angostísimas que terminaban a veces sen escalones... Parecía un cuento de hadas.A pesar del sol que nos horneaba, recorrimos de arriba a abajo la ciudad antigua, nos fuimos otra vez a la Comèdie, encontramos una fuente de agua que fue nuestra salvación. Ese se convirtió en EL SITIO para "estacionarnos".Nos mojábamos las manos y la cara, nos salpicábamos... parecíamos locos.

Y retomábamos fuerzas para seguir conociendo.

La ayuda y consejos de un profesor nos alivió la inmensa tarea de buscar un apartamento en el centro, abrir cuenta en el banco, buscar escuelas para los chicos, conseguir muebles usados... fue una GRAN AYUDA!!!

Pero antes de mudarnos al nuevo lugar que más adelante contaré, la señora que nos alquiló el apartamento nos prestó un día su auto y pudimos no sólo ir a un supermercado de veras, mucho más barato, sino hacer algún paseíto... con algunas complicaciones.

Todavía siento la emoción y revivo ese tiempo de acomodarnos al nuevo pais, que fue amor a primera vista y para siempre.

martes, 9 de diciembre de 2008

LA COMÈDIE

Creo que nunca olvidaremos nuestra llegada a Montpellier.

Como ya había dicho anteriormente, buscamos un hotelito cerca de la estación y luego... a ver qué comíamos.

Salimos del, que quedaba frente a un "Rock-Store" y claro, lo primero que vimos fueron "roqueros" con aquellos cortes de pelo estrafalarios, las vestimentas, parecidas y casi todos con un perro con un pañuelo al cuello...Era la primera vez que veíamos "punks" en "vivo".

Caminamos dos cuadras ... era verano... y estaba lleno de gente por todos lados. Llegamos a la Place de la Comèdie... y fue amor a primera vista. Aquello era una marejada de gente. Estaba lleno aunque ya era de noche. Gente sentada en los restaurantes y cafeterías que bordean la plaza, por supuesto,comiendo y mirando a la gente que pasaba. Habían mimos, músicos, malabaristas y otros haciendo sus espectáculos y pasando el sombrerito. Encontramos todo lleno de luz, música... no lo podíamos creer.Veníamos de viajar no me acuerdo qué montón de horas, de pasar por aeropuertos y estaciones... y aquello era como entrar a un cuento de hadas.

Ni me acuerdo qué comimos... sólo recuerdo que nos fuimos a acostar con esa sensación de que algo fantástico iba a pasar.

martes, 2 de diciembre de 2008

La situación familiar

Antes de hablar de nuestros primeros pasos por Montpellier, quiero hacer un repaso de cómo estaba la situación familiar en los tiempos previos al viaje.

Los chicos estaban bien en general. En la escuela iban con buenas notas ... Tenían sus amigos, sus fiestas de cumpleaños como cualquier chico... estaban sanos... no les faltaba nada.

El que no andaba muy bien era el papá. Vivía demasiado estresado. Era como un manojo de nervios. El siempre había sido muy activo...o hiper-activo. Siempre quiso todo rápido. Era como el "Correcaminos" en todo lo que hacía. Se desesperaba mucho con los gastos, con las cosas de la casa, vivía siempre corriendo... Definitivamente, necesitaba un respiro.El médico mismo le recomendó que necesitaba despejarse si no quería sufrir un infarto o algo parecido.

Además, toda la situación del arreglo de la casa, todo el lío de los obreros metidos en casa todo el día y un sinfín de cosas más, hacía que todos estuviéramos algo contagiados del estrés y hasta temerosos de hacer cualquier cosa que lo sacara de las casillas.

En medio de todo, apareció un día mi vecina-amiga a decir que el agua de mi jardín se estaba filtrando por las paredes de su casa, y que debíamos levantar un muro de nuestro lado, contra su pared. Nos pareció ilógico lo que nos decía y tratamos de razonar con ella y con su marido.Ella insistía en que nosotros habíamos movido la tierra y que por eso cuando llovía, el agua se le pasaba a su casa. Las cosas fueron subiendo de tono. Una noche, llegaron ellos a casa... creo que íbamos a salir juntos las dos parejas, y lo primero que dice el marido de mi amiga es que "qué vamos a hacer con lo del muro"...

Entonces mi marido estalló y les dijo unas cuantas barrabasadas y que no quería volver a oir hablar del maldito muro y que por favor se fueran de casa que no los quería volver a ver...Terminó gritándoles : FUERA, FUERA DE MI CASA!!!!!

Fue algo espantoso. Las cosas podrían haberse arreglado conversando, pero terminaron con esa amistad. Días después llegó mi amiga-vecina con un abogado y no sé si un constructor, que le aconsejó reforzar su pared, pidiéndonos permiso para hacer el trabajo desde nuestro jardín.

Para mí fue muy doloroso porque perdí a mi mejor amiga del barrio, y del país, en realidad. Pasábamos todo el día una en casa de la otra, nos llamábamos cuando no podíamos salir... y de pronto... nada más.

Afortunadamente tenía en ese entonces bastante movimiento con los chicos, el coro y diferentes actividades como para mantenerme ocupada y no pasarla tan mal.

Nuestros vecinos-amigos nos dejaron de saludar cuando nos cruzábamos y los chicos no jugaron más juntos...

Y yo me sentía avergonzada por la forma en que mi marido los había tratado, aun cuando era consciente de que ellos habían sido no sólo tontos, ni tenían razón y además,imprudentes...

Así que cuando nos fuimos para Francia , iba con el sabor amargo de haber perdido a una amiga por una situación verdaderamente estúpida.

Entonces nos esperaban unos años afuera para recuperar la paz familiar , cambiar de panorama, olvidarnos de todo lo anterior , y tratar de reconstruir una pareja que también iba cuesta abajo...

sábado, 29 de noviembre de 2008

Llegada a Montpellier

Así que ahí estaba toda la familia, con miles de valijas y bolsas.Mi hija menor llevaba no sé qué cantidad de juguetes (sólo sus preferidos) y su almohada! Parecíamos verdaderos gitanos!

Pasamos migración y estábamos a la espera de que nos llamaran para subir al avión, cuando mi marido pega un salto.: -" Los cheques de viajero! No los tengo! " . Y qué hacemos ahora....???? Intentamos llamar por teléfono a su secretaria pero los teléfonos públicos no funcionaban. Pedí permiso para cruzar migración en sentido contrario... a correr a una de las oficinas del aeropuerto, hacer la llamada para cancelar los cheques y nadie pudiera cambiarlos...Volver a pasar migración... Adentro, la gente con cara de pánico... ya se habían subido al avión y me estaban buscando por todo el aeropuerto porque , finalmente, los cheques habían aparecido...

Así que entré al avión y todos me miraban con cara de " por qué no llega más temprano"... Quedamos todos sentados en lugares separados. Al menos estaba junta a mi hija más chica. Finalmente el avión sale y me dije: "ahora, a descansar". Pues las cosas no fueron así,porque del otro lado del pasillo iba una española muy simpática con la que hablamos casi todo el largo viaje. Y llegamos a Amsterdam.

Allí, bajarse con ese montón de valijas y bolsos... Y pasarse a un avión más chico que nos llevaría a Toulouse.Mucho más chico, el avión... como de veinte pasajeros...

Así que fue un vuelo a baja altura , viendo los campos maravillosos y los pueblitos... La aventura apenas estaba empezando.

Llegamos a Toulouse... y, otra vez con el tremendo equipaje, a buscar un taxi donde entráramos los cinco con todo ... y que nos llevara a la estación del tren.

Parecíamos unos campesinos perdidos en la ciudad. Y para colmo, el único que medio medio chapuceaba francés, era mi marido. Pero finalmente lo logramos y tomamos el tren en la dirección correcta, rumbo a Montpellier.

A pesar del cansancio, no quería cerrar mis ojos para no perderme los pueblos y la campiña francesa...miren... un castillo!!!!!!!! Miren , aquello es Carcasona.... Ah, parecía un sueño ... Y con otro ojo, vigiliar nuestras valijas etc.etc... ya que como veníamos de esta región del planeta donde las cosas desaparecen al menor descuido...

Luego de unas horitas, bajamos en la estación de Montpellier. Ya estamooooosssss!!!!!!!

Y ahora... qué hacemos? Bueno, el hermano de una amiga mía vivía ahí, y nos había conseguido que una secretaria o empleada suya nos alquilara su apartamento, ya que ella se iba de vacaciones. El caso es que mi marido empezó a llamar infructuosamente al hermano de mi amiga... No contestaba nadie... Al fin apareció una voz francesa que le dio otro número de teléfono... El caso es que para esa noche, tendríamos que ver qué hacíamos... y esperar al día siguiente para resolver nuestro alojamiento.

Dejamos la mayor parte del equipaje en los casilleros de la estación y fuimos a buscar un lugar donde pasar la noche. Y dimos nuestros primeros pasos en la ciudad que nos alojaría por tres años. Y, curiosamente, donde viviríamos ese tiempo era, justamente, frente adonde estábamos parados.

A pesar de los trastornos , esa noche fue mágica, cuando conocimos la "Place de la Comèdie" .Valió la pena toda la travesía, la cargada de bolsos y valijas, la falta de sueño, los sustos aeroportuarios... estábamos a punto de pasar los tres años más increíbles de toda la familia...

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Rumbo a Francia

Pasamos ya no me acuerdo cuántos meses para remodelar la casa y que quedara preciosa. Y entonces, un día , llegó la noticia: había sido aprobada la beca para mi marido para estudiar en Francia.

Qué emoción! Qué locura! Empezamos a estudiar el mapa de Francia. Adónde ir? Habían dos posibilidades que se adaptaban a lo que él quería estudiar. Una era en en Estrasburgo y la otra era en Montpellier. Nos aconsejaron que eligiéramos ésta última sobre todo por el clima,ya que era al sur y por lo tanto, menos frío.

Además... ya había un contacto o dos en esa ciudad, que podía ser de más ayuda a la hora de instalarnos por allá.

Qué alboroto! Los chicos empezaron con clases de francés: un poco con una vecina y otro poco con un francés flaco y alto. Por mi parte, agarré unos cassettes que habían por allí y empecé a estudiar algo por mi cuenta.

Fueron varios meses de preparativos, de algunas indecisiones, de pensar en los chicos y su adaptación (qué tontería: ellos se adaptan rapidísimo) ... de calcular lo que nos podía costar vivir allá... Mi marido había planeado hacer un doctorado en derecho... y finalmente fue en Ciencias Políticas...

Así que esos últimos días de despedida fueron de temblores y los chicos estaban ansiosos por que nos fuéramos lo antes posible.

Y la fecha se acercaba: legalizar notas escolares, certificados de nacimiento, visas, carreras de aquí para allá, despedirse de las maestras, de los vecinos, de la rutina... y salir a la aventura, una aventura que nos marcaría a cada uno de nosotros para siempre.

A veces sucede que tres años se nos van y ni nos damos cuenta. Pero esos tres intensos años en Francia nos dejaron huellas imborrables.

Entonces dejo hoy este blog-historia con todos los protagonistas en el aeropuerto, cargados de valijas y bolsos...

viernes, 21 de noviembre de 2008

Los temblores

Hoy estuve acordándome de los temblores. Antes de llegar aquí, nunca los había experimentado, así que no sabía realmente cómo eran...



El primero lo sentí... si así se puede decir, cuando estaba embarazada de mi "hija sandwich".Ese día estaba subida a un banquito,tendiendo una ropa...y sentí que me sacudían. Casi de inmediato escuché a la gente del barrio pegando gritos. Así me enteré de que había sido un temblor...



El segundo, estaba mi hija más pequeña recién nacida. Yo estaba en la cama y sentí que me la movían. ´Como estaba sola con mis chicos, no fue sino hasta la tarde que regresó mi marido del trabajo, cuando le pregunté si lo que había sentido ese día había sido un temblor.



Nunca me lo tomé a la tremenda , ni salí corriendo. Los temblores por esta región son frecuentes y normales, y la tierra va liberando energía de esa forma. Pero sucede que cuando pasa mucho tiempo sin temblar, después viene algun fuerte.



Varios años después si sentí uno fuerte. La casa se sacudía como cuando soplaba el lobo feroz la casa de paja: todo sonaba, algunas cosas se cayeron, todo se movía... y los chicos dormían. A mi marido le agarraba pánico y casi siempre terminábamos en la casa de mi suegra, como esperando el fin del mundo...



Así que esporádicamente pasábamos una temporadita de temblores diarios. Justo el año en que nos fuimos para Francia, como que parecia que la tierra estaba enojada de nuestra partida,nos dio una despedida de película: todos los días,a cualquier hora, nos meneaban con ganas.Menos mal que para ese entonces ya la casa estaba arreglada, casi reconstruída, así que daba más seguridad.



Lo cierto es que los chicos dormían en colchones en el suelo pegados a nuestro cuarto, y nosotros con la puerta abierta... Fue una temporada inolvidable... y Francia nos esperaba en calma...

Hablé de ésto porque hace dos días me desperté con la cama que se movía para todos lados... y me acordé.

martes, 18 de noviembre de 2008

TIEMPOS POLVORIENTOS

Mis hijos me dicen que no se acuerdan mucho de esos tiempos de su niñez, así que también este blog les sirve como un ayuda-memoria.

Es cierto que hay muchas cosas que uno no recuerda. A veces mami me cuenta cosas de cuando yo era chica y de las que capaz que ni me enteraba entonces. Porque me las cuenta desde su perspectiva. Justamente el otro día estaba comentando eso. Todo depende del ángulo desde el que estés mirando. Es igual en la fotografía. Puedo ver los detalles o la totalidad.

Y para completarla, con los años también vemos las cosas diferentes, porque nuestra memoria las ha pulido, o las ha borrado...

Así que yo muchas veces tampoco me acuerdo de muchas cosas, felizmente, como los tiempos en que "convivimos " con un grupo de albañiles que estaban haciendo la remodelación de la casa.

Aquello fue terrible, pero aprendí a no preocuparme por el polvo que volba por todos los rincones, por saltar por encima de los huecos, por soportar el cambio de piso, las desconexiones de agua para hacer algún trabajo, las ventanas que se agrandaban, las paredes que caían, el vivir casi a la intemperie ... y con gente adentro de la casa...

Bueno, qué tiempos... La casa necesitaba forzosamente ser fortalecida, porque cuando la construímos, nadie vino a inspeccionarla y nosotros no sabíamos nada, de manera que el constructor nos robó materiales e hizo las cosas como le dio la gana. Las columnas eran sólo apariencia. Creo que fue algún ángel de la guarda que nos protegió de que no se cayera en alguno de esos temblores... Porque más que una casa, era como una cajita de fósforos...

En medio de esa época "polvorienta", recuerdo las charlas con los albañiles, las bromas...porque al fin, había que tomárselo a la risa. La única que estaba que echaba chispas era mi hija sandwich, que tenía unas peleas legendarias con los obreros, que terminaron con ella agarrando una manguera y empapando al maestro de obras... Huy, sí que había guerra!!!

Cuando finalmente llegó el día en que se fueron... me entró una especie de nostalgia... y hasta se me escapó alguna lagrimita al despedirlos...

viernes, 14 de noviembre de 2008

Transición

Como ya había contado, a mi vuelta de Argentina me encontré todavía a la famosa tía que no quería irse de casa, y mis hijas a punto de estallar porque no las dejaba hacer nada... porque "son chiquitas" .Los "chiquitos" sí podían salir a la calle.

Y mi hijo, que sí podía salir, no quería.

Empezó a apartarse de sus amigos-vecinos. Tenía para ese entonces un amigo semi-argentino, como él, a quien la mamá no dejaba salir, así que se la pasaban los dos jugando con la computadora y con los juegos electrónicos de esa época... y no sé qué más, porque estaba en la casa de la amiga argentina...

También se peleó con el violín y lo dejó. Eso fue doloroso para mí. Lo cierto es que yo estaba muy ilusionada con que tocara el violín, no porque hubiera sido mi instrumento favorito o porque yo hubiera deseado tocarlo alguna vez, ya que nunca tuve grandes dotes musicales, que me acuerde, sino porque me parecía un desperdicio de talento... Pero era su decisión.

Para mí, pasar cerca de la sede de la Sinfónica era casi una tortura,y se me llenaban los ojos de lágrimas... Conclusión: no podemos soñar sueños ajenos. Ellos tendrán los suyos propios.

De todas maneras seguíamos corriendo a los ensayos y presentaciones del coro, y seguíamos en miles de actividades. Es decir, seguían, porque había una supermamá dedicada a hacer crecer a sus chicos y meterles algo más de lo que les meten en la cabeza en el sistema formal de enseñanza.

A todo ésto, estábamos en planes de reformar y ampliar la casa, así que viene una época de revolución casera, ya que se hizo el trabajo con nosotros adentro. Eso lo cuento otro día.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Hija "sandwich"

Como podrán ver, casi siempre las historias van relacionadas con mi hijo mayor. Así que hoy hablaré de mi segunda hija.

La hija "sandwich" , dicen.

Ya había dicho hacía escuchar su voz. Dicen que las hijas o hijos del medio siempre son los más problemáticos. Porque el primero , es el mayor, el que lleva ventaja, el que fue único por un tiempo, el que acaparó la atención de padres, abuelos y tíos, fue a quien le festejaron ruidosamente y repitieron por largos años sus gracias...

Pero cuando viene el segundo, y casi sin un respiro, viene en camino un tercero o tercera... entonces el del medio se hace notar. Con gritos, con llantos, con travesuras, haciendo cosas insólitas...

Así que mi "sandwichito" le hizo honor al nombre y me dio guerra. Cuando habían peleas en casa, seguro en el medio estaba ella, cuando había algún lío en el vecindario, me llegaba alguna queja, la maestra me contaba que se salía del aula a hacer piruetas en el pasillo cuando terminaba lo que había que hacer... sobresalía siempre... se hacía notar.

Fue una buena alumna, participaba en todo lo participable: porrista,coro, teatro, gimnasia, ballet acuático, carreras... en fin, tenía energía de sobra, y había que emplearla al máximo.

Sus constantes peleas con su hermana menor, y las quejas que me llovían , me hicieron difícil relacionarme con ella. A decir verdad, no sabía cómo hacer para quererla. Era casi mi enemiga. Lo confieso. No sabía qué hacer con ella.

Felizmente decidí consultar con un sicólogo, quien me aconsejó dedicarle más tiempo , salir más con ella sola, sentarme a conversar ... en fin, darle un tiempo a solas.

Y allí empecé a respirar y a acercarme . Fue de a poquito,pero los resultados se vieron. Y resultó una maravilla . Finalmente pude darme cuenta de que la quería, y que era fantástica.

Mi chica "sandwich" está por cumplir los 29 ya... Y me ha dado muchos años de sustos, amistad, amor, alegrías, solidaridad, compañerismo, algunos silencios, risas, sorpresas, rabietas, tristezas, aunque pocas, todo mezclado, pero sobre todo, puedo decir que la quiero muchísimo y que su presencia en mi vida (ahora por internet) es algo que le dá calorcito a mi corazón, que me revive cuando estoy por el suelo, que me levanta y me empuja a seguir en la lucha. Hasta fue ella quien me aconsejó escribir todo ésto que yo titulé "supermamá"...Claro que no me sugirió el tema: sólo me dijo que escribiera.Y tuvo razón. Porque con todo este bla-bla-bla mío voy sacando a luz muchas cosas que me tenían estrujada.

Así que gracias, mi hija "sandwich" .Gracias por ser como sos.Gracias por decir lo que se te ocurre, por tus estallidos de alegría, por tu corazón grande y por estar cerca!!!

sábado, 8 de noviembre de 2008

Serrat

Hoy escuché una canción de Serrat y leí unas palabras que resumen su carrera y su vida.

Y de pronto pienso que Serrat me ha acompañado desde hace muchos años. A veces no lo escucho, pero siempre anda por ahí agazapado, esperando un descuido, para salirme al paso, y recordarme que estoy viva, que hay gente que ama, que hay quienes se emocionan con unas notas, con unas palabras, con unos recuerdos. Y es que a veces me olvido de quien soy... no me encuentro en esta vida que he hecho...

Gracias, Joan Manuel, por reaparecer y decir "hola" y sacudirme , desperezarme, abrirme los ojos y ayudarme a seguir caminando. Porque así iré abriendo camino y saldré en algún momento de este atolladero . Sé que hay salida. Sé que en algún momento encontraré paz.

Porque se hace camino al andar...

jueves, 6 de noviembre de 2008

Desanimada

Socorro! Hoy no tengo ganas de escribir.

Me siento desanimada, golpeada,decepcionada y sin rumbo.

Y quisiera poder entrar por esta ventana cibernética y aparecer en cualquier parte del mundo, empezando una nueva vida, con ilusiones, aunque con cierta experiencia, y no recordar nada de mi vida pasada.Será así la reencarnación?

Ah, comenzar de nuevo! De cero. Bueno, no desde recién nacida, tampoco. Qué aburrido. No puedo imaginarme haber tenido otra niñez, ni haber tenido otros padres...

Pero unas cuantas sacudidas, agua fresca para mi cerebro, un poco menos de presiones y represiones, un poco menos de tabúes y un poco más de confianza en mí misma , algo menos de miedo... me vendrían muy bien para empezar. Y comenzar desde el momento en que equivoqué de camino y agarrar la dirección correcta.

Mañana será otro día. Y ojalá las nubes se alejen un poquito.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

La tía

Creo que es inevitable que en todas las familias haya una tía... que quisiéramos evitar...

Pues ésta era una tía de mi marido. Su única hija estaba en Estados Unidos y aparentemente no quería estar en contacto con su madre, cuya situación económica y de salud no era de lo mejor.

Yo no la conocía mucho, pero cuando entramos en pánico con el internamiento de mi hijo, mi marido sugirió que podríamos traer a la famosa tía a casa, a que ayudara en mi ausencia. Amí me daba cierto dolor esta señora, que la veía tan abandonada, y accedí .

Así que mientras yo estaba en el hospital, ella cuidaba a las chicas. De todas maneras, había una señora que venía a limpiar y cocinar, así que su única misión era quedarse con ellas cuando la señora se iba.

Claro, las cosas se complicaron porque esta tía de pronto se sintió dueña de casa y abuela... así que mis hijas le huían a su sistema tradicional y estaban muy molestas porque no las dejaba salir a jugar con los vecinos... y no las dejaba atender el teléfono... y unas cuantas cosas más.

Además, ella ocupó el cuarto de las chicas, por lo que tuve que mudarlas a otro... Todo era un lío.

De todas maneras, yo estaba agradecida con ella, porque no sé qué hubiera hecho sin ella, no sé a quién le hubiera pedido ayuda.

Cuando toda la situación de mi hijo empezó a volver a la normalidad y ya me sentí más tranquila, decidí aprovechar el boleto que tenía para Argentina y pegarme la escapada. Y... como la tía estaba en casa, podía ir más tranquila.

Volví de Argentina. Ella seguía ahi. Y seguí ahí un mes después... y otro más.

Las cosas empezaron aponerse incómodas. Ella se sintió ama de casa. Se metía en la cocina y me daba indicaciones sobre cómo cocinar, y me reclamaba que le ponía poco ajo al arroz, por ejemplo. Siempre sentía su presencia a mis espaldas, espiando lo que hacía. Nome dejaba atender el teléfono,y para eso se instalaba siempre en el sillón a la par de éste, para saber quién me llamaba. Hablaba con sus hermanas (suegra incluída) y me criticaba. Se confabulaba con la señora que venía a limpiar en mi contra, hasta que al fin tuve que despedirla. Se sentía con poder sobre mis hijos y luego hablaba con su sobrino, para ponerle las quejas y darle el informativo de lo que pasaba en casa...

Mientras no estuve, mis chicas no podían salir a la calle.Mi hijo sí, porque era varón.

En fin, era como tener a la enemiga en cas, y no se quería ir. Un día no aguanté más y le dije a mi marido que ella tenía que irse, que ya no la soportaba.Que me daba mucha lástima, porque no tenía adónde irse, pero que no podía seguir viviendo en casa.

Hubo que decirle que los chicos ya iban a empezar las clases, y que necesitaban su cuarto. Así que, a desgano, agarró sus cosas, (más unos cuantos juguetitos de los chicos que escondió en su valija, para sus nietos) y salió de casa, y de nuestras vidas.

Especialmente las chicas y yo recordamos esos tiempos como una pesadilla. Menos mal que logramos salir de ella y volver a nuestra vida familiar.

lunes, 3 de noviembre de 2008

SUSTO MAYÚSCULO

Como esta historia no va con un hilo coherente, sino que las cosas van saliendo ...según van saliendo... volveré un rato a mis chicos otra vez.

No hay remedio : soy una mamá.

La cuestión es que los chicos ya iban encaminados en sus primeros grados y con sus múltiples actividades extraescolares. Pero eran buenos alumnos. Mi suegrita siempre se compadecía de mis hijos : "pobrecitos, ellos se cansan".Pero había buen rendimiento y esta supermamá siempre estaba, como es debido, en contacto con las maestras, al tanto de las actividades, al tanto de sus notas, y dando una mano cuando hiciera falta.

En la escuela daban clases de natación... y ahí también estaba yo. Las chicas hacían ballet acuático.

Una vez, mi hijo estaba cerca de la piscina (pileta en Argentina) y setrepó a una barra a hacer ejercicios. Y cayó de cabeza. Gran susto pero se recuperó.

Un tiempo después, me dijo un día: "Mami, por qué a mí me duele siempre la cabeza?"- Horror!Alerta! -"Cómo que te duele siempre la cabeza?" - "Sí, todo el tiempo cuando estoy en clase, a veces no aguanto"-

Ay, Dios mío... qué momentos. Además, a veces se le torcía un poco un ojo. Salimos corriendo al oculista, que sabiamante nos refirió a un neurocirujano.

Y ahí comienza un episodio muy duro. Le hacen exámenes (Tac) y determinan que hay un "higroma subdural" que para mí no significaba más que palabras, pero que es acumulación de agua en las capas del cerebro...

Y aparentemente, tenían relación con el golpe llevado en la piscina de la escuela...

Bueno, a internarse inmediatamente y operarlo. Ah... qué días , qué tiempo. Otra vez abrirle la cabeza. Nunca olvidaré cuando se lo llevaban en la camilla para cirugía, y me decía, estirando la mano: "no quiero ir..."

Lo operaron. Esta vez me dejaron pasar la noche junto a él, eso sí, sentada en una silla. Y pasaron unos días de observación. Y yo pasaba también metida en el hospital, y viendo otros chicos en la sala con cosas terribles, y niños agredidos, y accidentados y mamás angustiadas... y chicos a quienes sus mamás no los visitaban...

Creo que estuvo una semana internado , cuando el médico vino a verlo un día, y me dice: -"Está torciendo el ojo otra vez.Vamos a tener que volver a operar y ponerle un tubito para que drene el agua acumulada."- Me lo dijo aparte, en el pasillo , y yo casi me desmayo. Quién sabe qué cara tenía, porque en cuanto mi hijo me vio , me preguntó: -"Tienen que volver a operarme?".-

Uf... no sé ni cómo hice para responderle sin que se me notara la desesperación, la desolación. Recuerdo que después me fui para casa y en el camino me detuve en un restaurante argentino , me bajé y fui a hablar con el dueño. En cuanto me vio, adivinó que algo malo pasaba y me preguntó a boca de jarro...-"Qué... tienen que volver a operarlo?"

En la escuela recuerdo que había gran alboroto y como era una escuela católica, rezaban todos los días por su recuperación. Incluso tenía una noviecita que estaba sin sombra...

Así que , vuelta a la sala de operaciones...

Finalmente salió, después de varios días. En ese tiempo había venido una tía de mi marido a quedarse en casa, porque yo me la pasaba en el hospital... pero eso es tema para otro capítulo.Mmm

Comienza la recuperación y comienza el tiempo tormentoso. Los primero días anduvo más o menos bien, pero después empezó a recluírse en casa, no quería volver a la escuela con su cabeza pelada (ahora estaría a la moda) ni quería salir a la calle a jugar con sus amigos.

Y comenzaron los dolores de cabeza otra vez. Pero esta vez, peor. No aguantaba la luz, ni los sonidos. Y yo ya empezaba a enloquecer... y pensaba que prefería morirme a tener que verlo sufrir. Otra vez los exámenes, también electroencéfalograma... nada... no se sabía qué era. Un día , se fue a levantar y no pudo caminar.

Horror! No existían los celulares entonces así que no podía comunciarme con su papá.Llamé al médico y me dijo que lo llevara de inmediato a emergencias. Así que salí corriendo con él en brazos. Un taxi. A volar. Llegamos al hospital,silla de ruedas.... su vocecita diciendo "-voy a quedar así para siempre?"- Ahhhh ....mi corazón se deshacía...

Ya lo ve el médico y finalmente comprende, luego de otro tac, que lo que staba pasando es que las capas del cerebro estaban volviendo a su lugar (ya que se había formado como una "lagunita", digo yo, que había desplazado las capas) y era mientras se reacomodaba todo que le producía esos dolores.

Así que nada más hubo que armarse de paciencia y darle tiempo al tiempo .... y fue pasando. Hasta volver a su vida normal.

Ya hablaré de su recuperación. Mientras tanto, tengo que recuperarme yo, porque esos tiempos todavía me afectan.

viernes, 31 de octubre de 2008

El oficio de ser madre...mmm

Hace días escuché hablar a una gente sobre las super-mamás...je,je... y eso que no conocen mi blog...

Y entendí algo más sobre mí: lo cierto es que tomé la decisión de ser mamá en serio, tanto que me olvidé de ser yo. Me abandoné como persona, dejé de crecer. Sólo crecí encuanto a ser mamá.Disfruté a mis hijos ,me divertí con ellos, me enojé con ellos, compartí sus alegrías y sinsabores... pero fui una mamá.

Nunca me olvido de una vez que me reuní con una gente del coro, con el que yo colaboraba, no cantando sino organizando... Resulta que llegué a un restaurante y de pronto me dijeron: "es la primera vez que te vemos sin tus hijos" ... Es que mis hijos eran una parte de mí... Iba con ellos a todos lados. Vivía a través de ellos... Qué terrible suena!!!!

Tenía poca vida sola. Estaba pendiente de ellos, de sus horarios, de sus deberes, de sus actividades, de sus amigos, de sus fiestitas, de sus gustos, de sus disgustos ... Y no me dedicaba a mí ni un rato. Bueno, no tanto. Un tiempo empecé a ir a un gimnasio con mi amiga vecina, mientras los chicos estaban en la escuela. A veces nos íbamos en bici. El otro deporte era ir al supermercado juntas... Wow!

Entonces ... viendo que ya fui suficiente mamá, me dedicaré a hacer cosas que me gustan, si es que no me he olvidado.

Y en otro momento hablaré de por qué la ida a Francia marcó tanto mi vida. Por qué será que Francia siempre está ligada a la idea de libertad?

jueves, 30 de octubre de 2008

Mamitis

Hoy estuve escuchando una charla sobre "mamitis", que me puso a pensar mucho...

Hablaban de casos en que los hijos no quieren irse de casa, a veces por seguridad, a veces porque sienten que necesitan a su mamá cerca, a veces por pereza, porque saben que en casa todo lo tienen en bandeja, y otras porque sienten que su madre los "necesita". Y entonces ahí se crea una co-dependencia que impide al hijo crecer.

Qué interesante, pensé. Y me puse a recordar lo que fue mi salida de casa, con 29 años. Recuerdo que deseaba salir pero no sabía cómo. Había hecho un intento de irme a vivir al centro de Buenos Aires y alquilar un departamento. Ah, pero entonces me hicieron sentir culpable: "Es que ya no nos querés? Querés estar sola para hacer lo que te dé la gana? Las hijas se van de la casa para casarse (qué horror... sólo así pueden ser independientes)" .


Total, que a pesar de que tenía que viajar cada día una hora y media de ida y otro tanto de vuelta, y que si salía de noche estaba limitada por los horarios de trenes y de colectivos (aquí decimos buses, a la inglesa) decidí quedarme en casa para que ellos estuvieran contentos.

Así que estaba en casa pero tenía mis límites: a veces tenía que hacer travesuras,mentir, inventar historias de que me quedaba a dormir en casa de una amiga... Y para colmo estaba el problema de las comunicaciones. En casa no había teléfono...Por años padecimos ese inconveniente, así que había que depender de que los vecinos fueran amables de prestarnos el suyo, o mandar mensajes a través de ellos...

Y un día decidí irme a España, ahí nomás. Hubiera sido mejor para ellos que me quedara en Buenos Aires, pero no, crucé el océano para independizarme. Aunque era diferente decir que su hija estaba en Madrid, a decir que se había ido a vivir sola...mmm

El caso es que fue una tragedia. Me acuerdo cómo lloré al subir al avión. Y mami sufrió mi partida. Yo era su hija, la que estaba en casa, la que la acompañaba, con la que se iba de aventura a Córdoba, Mar del Plata o Villa Gesell, con quien iba al cine, su cómplice ... Papi estaba por ahí. Ví la estructura familiar: mi tía durmiendo en el cuarto con mi abuela, y mi abuelo durmiendo en otro. Me aterrorizó también que de pronto estaba formando pareja con mami , interponiéndome a su relación con papi. O sea, que yo era una excusa para que ellos no estuvieran juntos. No sé, el caso es que me sentí incómoda .

O sea, no sólo mi vida era un caos, sino que además estaba esa dependencia... y cómo voy a dejarla sola... La decisión no fue fácil, pero eso sí, fue rápida.

Y allá me iba yo, y mami nunca me perdonó el que la hubiera dejado.

Yo empecé mi vida allá, escribiendo cartas como loca, diciendo cuánto la extrañaba, pero empezando a despegarme, a hacer amigas nuevas, a trabajar entre españoles, a construir un nuevo mundo. Pero idealizando, a la distancia, esa vida en casa...

Después vino la salida de España, mi casamiento, mis hijos... Mis hijos que crecieron... mis hijos que empezaron a irse de casa.

Y qué hice? Me traje a mami a casa, para cerrar el círculo.

Y no fue fácil. Seguramente me sentía culpable por haberla "abandonado" tantos años, que decidí que ella estaría mejor conmigo. Casi vino obligada. Y al principio estoy segura de que quería irse de vuelta para allá. Que le costó adaptarse al clima, al estilo de vida , a mi familia. Ahora me arrepiento de haberla traído. Ella extraña a sus hijos y nietos de allá, si bien se ha adaptado , o conformado , con su vida aquí.

Y su vida aquí empezó a limitar la mía: que por qué trabajaba tanto, que otra vez el teléfono, que qué clienta más gorda, que parecía una elefanta, que otra vez un seminario, que si no sabía ya suficiente de mi trabajo, que... otra vez tenés que salir? ... que no parás nunca ... que por qué tantas horas de entrenamiento... que ...un fin de semana afuera? Y empecé a limitar mi trabajo. Y a dejar de hacer las cosas. Y a quedarme más en casa o volver rápido, para que no estuviera sola.

En resumidas cuentas: a veces las madres limitan a sus hijos y a veces éstos se sienten limitados porque sus mamás los necesitan cerca. Y estamos en un círculo vicioso y limitante...

Volveré luego, con "mamitis 2" (aunque dicen que las segundas partes nunca son buenas.Le pondré otro título, entonces, ja,ja.)

martes, 28 de octubre de 2008

UNA LUZ

Bueno, vamos a ver si salgo de todo ésto. Hace días que le doy vuelta a la cabeza, buscando una salida. Y si hablamos de salida, hablamos de salida de todo:

Salida de la depresión, salida de deudas, salida de casa.

Y creo que todo está estrechamente ligado.

Pero si empezamos por la salida de casa , la cosa es así: ya la casa me queda grande.Tengo dos cuartos vacíos y estoy sola todo el día. Bueno, tengo a mami, y tengo un perro y una gata... y a mi hija menor que está bastante ausente.

Pensé mucho en alquilar la casa, pero lo cierto es ahí entramos al laberinto... porque para alquilar la casa tengo que tener, previamente, mucho dinero para arreglarla y ponerla como debe ser. Y si lo que quiero es ganarme la diferencia , alquilando algo más chico, y más barato, la cosa se complica.

Después dije: vendo el auto. Pero, sin auto se me complica el trabajo. ¿Cómo hago para ir a ver a mis clientes o contactar gente nueva si me encierro en la casa?

Y al fin saqué mis miedos afuera y decidí vender. Digo mis miedos, porque a veces se aferra uno a un lugar. Es como un refugio que nos impide avanzar. Es el barrio de hace tantos años, es esa falsa seguridad de pertenecer a algún lugar.

Y también está la parte romántica: aquí crecieron mis hijos, pero también aquí hubieron problemas, también aquí ... hubo tanta historia... momentos buenos, momentos malos... la casa está cargada de energía, que no siempre es positiva.

Entonces ... ¿Por qué no empezar de nuevo? Dicen : casa nueva, vida nueva. No dudo que será así: adaptarse a un barrio nuevo, tener nuevos vecinos , en fin, todo nuevo. Un nuevo comienzo sin "volver la vista atrás" como dice la canción de Serrat, porque al volver la vista atrás, has de ver el camino que nunca has de volver a pisar... caminante... no hay camino... se hace camino al andar...

Bueno, y ya me puse a cantar: buena señal.

jueves, 23 de octubre de 2008

Niñez

Esta mañana, mientras le preparaba el desayuno a mami, pensaba en los chicos. Y también pensaba que la realidad es que los disfruté mucho.

Los chicos me encantan. No era así cuando estaba soltera. Aunque estudié para maestra, los chicos me parecían unos pequeños monstruitos que querían atacarme... Pero sucedió la venida de mi primer sobrino, y fue amor casi instantáneo. Digo casi, porque al principio lo veía con cierto temor y no me atrevía a alzarlo. Pero empecé a ir más a la casa de mi hermano, a asistir a sus estrepitosos baños , por los que quedaba bañada yo también, empezó a sonreírme... y yo empecé a ser tía. Y undía balbuceó mi nombre, antes de decir "mamá o papá" ... así que quedé rebosante.

Después iba a menudo, lo ví crecer, jugaba con él , me divertía muchísimo y lo pasaba muy bien con él.

Así que cuando tuve los míos, realmente los disfruté, aun con todos las partes no tan gratas, jugué con ellos, los guié, los llevaba al jardín de excursión para acercarse a la naturaleza, ver los bichitos, escuchar los pájaros, encontrar pequeños detalles en una flor, les tomé miles de fotos, los veía pegando saltos en el gimnasio, bailando bailes típicos, cantando en el coro, tocando violín o cello.... a veces flauta, clarinete... los acompañé a grabar anuncios para la tele, los pequeños actorcitos, algunas clases de baile, íbamos al teatro para niños, cuando encontrábamos algo adecuado, como un teatro de muñecos, estilo teatro negro de Praga, íbamos al cine...

Nadie podría decir que no recibieron estímulos en su niñez, porque fui una madre muy presente, y no con cara de sacrificio, porque me gustaba estar con ellos y me gustaba verlos felices.

Quise escribir ésto sólo para aclarar... porque el hecho de que en estos momentos mis ánimos no estén muy altos , no significa de ningún modo que prefiriera no haber sido nunca madre.

Sólo significa que en estos momentos ... no estoy feliz.

Es algo en lo que tengo que trabajar cada día. Aceptar lo que no puedo cambiar.

viernes, 17 de octubre de 2008

EN JAQUE

Sé que han pasado unos días desde que escribí lo anterior... Estuve muy triste. Pero es normal estarlo. Ahora queda el recuerdo imborrable y dejarla ir tranquila.

Pero aparte de eso, tengo otra razón para sentirme triste.

Realmente queesto de ser madre no es nada fácil, como ya habrán ido notando. No sé si a otras personas les ha resultado más fácil.

Partimos en esta aventura maternal sin más experiencia que la de haber sido hijas, y tal vez queriendo poner un toque personal a nuestra forma de educar, evitando cometer los errores, pequeños o no, cometidos por nuetros padres, a veces queriendo cambiarlo todo y a veces cayendo en lo mismo. No hay ningún manual para educar hijos o, tal vez, algún engreído habrá escrito uno, quién sabe. Lo cierto es que no hay nada seguro ni nada fijo.Nada imitable.

Porque sencillamente somos seres humanos y todos somos diferentes, aunque parezcamos cortados por la misma tijera. Recuerdo a Ilona comentando lo diferentes que éramos los cinco hermanos, criados todos tipo ejército y por las mismas reglas, y todos distintos.

De todas maneras, todas las mamás, y los papás también, deseamos siempre lo mejor para nuestros hijos y, sin vergüenza de decirlo, sentimos secretamente que ellos son los mejores. Cuando nos reunimos con otros amigos papás , hacemos casi una competencia de maravillas... contando anécdotas que destacan su inteligencia, sus talentos, sus bondades... Mmmm

Así es que cuando las cosas no salen como una las había planeado, meditado, soñado... nos cuesta reconocerlo. Nos cuesta admitir que no todo lo hicimos bien, que también nos equivocamos y que nuestros hijos no son perfectos. Son simples seres humanos como cualquier otro (pero criados por nosotros,je,je) que también se equivocan, que nos ponen en jaque más de una vez, que se enferman, que nos enfrentan, nos desafían, nos sacuden y siguen su camino como si tal cosa.

Y vuelven, nos abrazan, nos tranquilizan, dan media vuelta y siguen con su vida. Y es que la sociedad y la familia nos amarra, pero a los hijos no podemos amarrarlos ni tenerlos siempre a mano. Hay que dejarlos volar.

Y aunque a veces quisiera ayudarlos, quisiera que entendieran que uno busca lo mejor para ellos, que quiere que estén bien, que progresen, que salgan adelante, que reconozcan cuando se equivocan y que están poniendo su vida en peligro, que vean que están al borde del precipicio ... siguen adelante, obcecadamente, ciegamente, y nos sentimos impotentes, incapaces de hacer nada para evitar la caída...

Es que a veces esta supermamá se siente golpeada ... y tiene ganas de decirlo... aunque mañana tal vez las penas hayan pasado.

martes, 14 de octubre de 2008

Adiós, mamá-amiga

Ayer estaba conectada al messenger cuando recibí un mensaje de una amiga de la infancia,la adolescencia y mucho más...

Ella fue mi primera amiga de mis comienzos escolares. Es probable, no recuerdo, que hasta estuviéramos sentadas en el mismo pupitre en las filas de adelante, como correspondía a las más bajitas.

Lo increíble fue que no sólo fuimos compañeras de grado, sino que se convirtió en amistad familiar. O sea, toda la familia se hizo amiga.

Su padre, sueco, su madre, finlandesa.Las dos hijas nacidas en Argentina. Su hermana era compañera de mis hermanos mayores.

Habían muchas coincidencias pero también muchas disimilitudes. Si bien europeos, su cultura era diferente a la nuestra. Digo "si bien europeos.".. porque podrían haber sido chinos o árabes, donde las diferencias son inmensamente mayores.

Empezaron las visitas , los buenos momentos compartidos, aprendimos muchas cosas de ellos.

Y ayer mi amiga me dijo que su madre había muerto.

Se llamaba Ilona. Era una persona fuera de lo común, muy inteligente. Ella fue como mi mamá-amiga. Sé que cuando iba a su casa a veces hacíamos travesuras con mi amiga y recibíamos una miradita reprobatoria... pero para mí ella fue más que la mamá de una amiga, una amiga.

Siempre tuve su consejo, su oído atento a mis problemas, su comprensión, su lealtad... ella me escuchaba en silencio , mirándome con esos ojitos nórdicos penetrantes... se sentía que realmente escuchaba. No le importaba la opinión ajena, me hablaba de ser humano a ser humano. Iba más allá de los convencionalismos, los tabúes, la represión. Era una mente abierta.

La quise. Confié siempre en ella y sentí su cariño. Más de una vez me quedé en su casa en mis viajes a Argentina, y fueron momentos fantásticos las charlas que sostuvimos . Y sé que tuve un lugar en su corazón, como otra hija más.

Me cuesta hoy decirle adiós,aunque sé que la llevaré siempre conmigo.

viernes, 10 de octubre de 2008

LOS MIEDOS

Esta mañana me desperté pensando en los miedos. Por qué tenía tanto miedo?

En casa no había violencia pero... sí recuerdo cuando era muy chiquita, que nos sentaban sobre las faldas (aquí dicen regazos) boca abajo y nos pegaban en la cola. No había nada más humillante, nada más vergonzoso. Nadie nos podía salvar.... y , para peor,con la cola al aire... Ah, eso sí era terrible.

Pero eso fue mientras éramos chiquitos. Después no me acuerdo que nos volvieran a pegar, salvo alguna cachetada, pero, si bien no era muy seguido, también era humillante.

Lo demás era insultos. No "malas palabras", porque en casa no se pronunciaban, sino , por ejemplo: tonta, tarada, imbécil .Recuerdo también que cuando me confesaba, mis pecados eran decir "malas palabras" como las que acabo de mencionar, pelear con mis hermanos y faltar una vez perdida a misa...

Papi no tenía mucha paciencia. A veces le pedíamos ayuda con las matemáticas y se sentaba con nosotros.Claro que él había aprendido con otros métodos y colocaba los números en otras posiciones y las cosas se complicaban más ... y no había forma de llegar al resultado según lo que nos pedía la maestra. Entonces papi se enojaba.

Hace unos días dije que le teníamos miedo a a papi. Siempre hablaba del rigor. La escuela nuestra era muy estricta. Había que hacer las cosas bien y sacar buenas notas, que , de hecho, sí las sacaba. Estaba el placer y el orgullo de estar siempre entre las mejores de la clase, aunque no había mucho reconocimiento de parte de mi padre.

Mami era la que nos felicitaba , la que hablaba con las otras mamás de nuestros logros... Papi decía : "nada más has hecho lo que tenías que hacer".

Al cabo de muchos años, me casé con un hombre con el que me divertía al principio, pero que después se fue convirtiendo en un tirano. Cuando se enojaba, me sentía como cuando papi me regañaba. Llegué a formar parte de su rebaño: los chicos y yo, yo y los chicos. Era una más. Se enojaba muchísimo... Claro, después se le pasaba, pero eso ya había quedado grabado en la mente.

No estoy justificando mis miedos, nada más tratando de reconocerlos , asimilarlos y tratar de eliminarlos.

Sólo deseo que mis miedos no hayan perjudicado a mis hijos, o que se los haya transmitido. Y que perdonen a esta supermamá,que de super no tiene mucho que digamos.

jueves, 9 de octubre de 2008

TIEMPOS SIN ARMONÍA

Me quedé ayer pensando en toda la etapa de la música en casa... En realidad había presencia musical, pero no había mucha armonía ...

Para empezar, la historia de las prácticas del violín, después las carreras que había que pegarse bajo la lluvia... Y ganar tiempo para estudiar. Me acuerdo a veces que volvíamos de la Sinfónica practicando las tablas de multiplicar.

Pero las cosas no estaban bien en casa. No. Mi hija, la que estaba de sandwich, era también el centro de las tensiones. Siempre habían peleas. Y yo como madre no supe cómo manejar el tema de las peleas. Habían muchos enfrentamientos, mucha pérdida de autoridad. Me sentía incapaz de resolver los problemas. La más chica lloraba todo el tiempo y venía reclamándome para que interviniera con su hermanita mayor... Me sentía sobrepasada y sé que más de una vez me salí de mis casillas y les gritaba, otras, las encerraba en el baño... mis métodos no servían. Para qué tantos libros,para qué tanto escuchar programas si no poría resolverlo , yyo que estudié para maestra... mmm.

Muchas veces cuando venía el papá,entonces repartía "fajazos" .Era horrible. Yo no sabía dónde meterme.Era como si me pegaran a mí. Mi hijo mayor lloraba de miedo, no porque le pegaran a él, ya que él nunca estaba en líos, sino al ver agredidas a sus hermanas. Fue una época horrible.

Había tensiones en casa. Recuerdo una vez en que había salido a la calle con los chicos y se me cerró la puerta. Y no tenía llave. Mi marido estaba tan furioso que empezó a darle patadas a la puerta, tratando de romperla o al menos romper la cerradura. Yo salí corriendo asustada a refugiarme a la casa de mi amiga-vecina.

Otro día mi hija, la del medio, se sentó sobre la puerta del horno y la cocina se le vino encima. Menos mal que no tenía ollas ni nada ... Pero me sentía tan desesperada que salí a la calle a llorar de impotencia.

La educación se me salía de las manos. No podía controlarlos y empecé a verlos casi como a mis enemigos. Sin embargo también habían buenos momentos, y casi siempre por las noches me pedían que fuera a sus camas, donde les cantaba canciones hasta dormirlos. Esos eran mis recuerdos más dulces. Mis momentos de paz. Ya no había reclamos, sólo canciones.

Seguro que si pusieran notas a las mamás, no pasaba de grado. No me alcanzaban los promedios.

Y siento mucho que en esas edades hayan tenido a una madre estresada que no sabía para donde agarrar.

Bueno, no es que TODO fuera malo. Habían cumpleaños, habían salidas , había diversión, había una mamá que no se perdía un acto escolar, habíauna supermamá que colaboraba con las maestras dirigiendo obras de teatro, coros y demás. Había una mamá pendiente del progreso de sus hijos. Había una mamá que los llevaba a clases de natación, al coro, a las clases de música, al gimnasio, a la grabación de anuncios... mamá chofer, mamá maestra,mamá mamá.

miércoles, 8 de octubre de 2008

LA FAMILIA YLA MÚSICA

Hace días que no escribo. A veces las cosas se complican o no estoy de ánimo para mirar hacia atrás...

Pero estuve pensando en otras cosas,aparte de la parte de la lectura. Y es el vínculo con la música, que en mis hijos empezó temprano.

Ya había notado que mi hijo tenía un gran oído. Tarareaba piezas que había escuchado una sola vez. Y hablo de música clásica, que es la que escuchaba en mis tiempos caribeños, cuando el encargado de la radio estaba en la ciudad... porque cuando se iba a la capital, nos dejaba sin programación...

Cuando tenía unos tres años, más o menos, empezó con unas clases de iniciación musical : reconocer y repetir ritmos, reconocer instrumentos y no sé cuánto más.

Siguió luego en la Universidad, en un programa para niños, para luego , como a los seis años ser admitido en el programa infatil de la Orquesta Sinfónica. Su instrumento: el violín.

Así que empezó con el estudio del instrumento, con un profesor japonés, muy estricto. Gran entusiasmo y quería tocar todo y adelantarse al programa. Pero el profesor decía: paso a paso. Primero una pieza y luego otra. El quería tocar todas las que aparecían en su libro de partituras."Hay que practicar" "Hay que estudiar al menos una hora al día"...

Ah, mezclado con la impaciencia del pequeño músico por adelantar el libro, estaba el alboroto de las hermanas. Claro, para llamar la atención, elegían el momento de la práctica para pelearse y gritar frente a la puerta. Aquello era un verdadero caos y, en lugar de un espacio de armonía, era un momento de guerra. Yo, en el cuarto observando la práctica y ellas arremetiendo contra la puerta y la música...

A pesar de todo, seguía adelante. Creo que dos veces por semana tenía clases, por la tarde, que era la hora de las lluvias... Así que salíamos los dos bajo los aguaceros, con un paraguas y el violín bajo el brazo.A veces estábamos con suerte y salíamos justo cuando el profesor (que era y todavía es, vecino nuestro) iba para la Sinfónica, así que conseguíamos viaje sin mojarnos. Otras, debíamos arreglarnos como fuera.

El papá no se involucraba mucho con el tema violín, en realidad no estaba muy de acuerdo , además de que escuchaba lo que decía su mamá: "pobrecito, no tiene tiempo para descansar". Así que rara vez me dejaba el auto para ir a las clases.

Hubo una primera presentación: eran cuatro los alumnos de ese nivel. Fue muy emocionante ver los frutos del estudio, de los sacrificios...

Y así seguimos adelante. Luego apareció el Coro de niños. El director era un argentino que ahora vive en Italia. Así que... una actividad musical más. Violín y coro. Ahora también iban las chicas, así que me tocaba correr un poco más, y conseguía el auto más a menudo. Un día, mi hija,la del medio, me dijo que le gustaria aprender violoncello. O sea, íbamos ampliando el panorama .

Ya era normal pasar corriendo de aquí para allá...la supermamá...

La supermamá corría y corría. La supermamá que nunca había estudiado música, aunque había cantado en el coro del colegio, la mamá con supermamá que había tocado piano y abuela pianista...

Lo cierto es que los chicos tenían presentaciones corales (hasta una ópera para niños, con sólo niños protagonistas) y yo ayudaba también en la organización, en conseguir lugares para las presentaciones, entrevistas en los diarios para conseguir publicidad gratis, cobrar a los papás por las clases que los chicos recibían en la Escuela de Canto Coral... Total, una supermamá orquesta...

Actualmente mis hijas disfrutan la música pero no la practican. Y mi hijo acaba de empezar en un coro, sólo que ahora es tenor.

Y ya seguiré más adelante.

viernes, 3 de octubre de 2008

Lectura

Aunque hace un montón de años, hay tantos recuerdos presentes ...y tantos borrados!!!

Así que irán saliendo salpicados.

Me estaba acordando de mi hijo cuando era chiquito. Realmente fue asombroso cómo aprendió a leer tan chico. A los cinco años leía de corrido. No a los tropezones, como hacen al principio, sino que leía muy rápido. Su maestra de kinder (Jardín de infantes) me comentó un día que estaba leyendo un cuento y él estaba sentado a la par suya, siguiendo con la vista la lectura. En determinado momento, la maestra dijo "hueco", y mi hijo la corrigió: "ahí dice pozo"...

Los vecinos de enfrente leían la Biblia todos los días, y lo invitaban a él para que leyera párrafos, estaban asombrados. A pesar de tantas lecturas bíblicas, no salió religioso ni nada que se le parezca.

Las chicas , en cambio, no demostraron interés por la lectura. Pero esas cosas pasan. No todos los chicos son iguales. Mi amiga del alma era una vaga completa para leer, tanto así que me pedía a mí que le leyera antes de dormir. Lo malo es que yo seguía leyendo y de protno me daba cuenta de que estaba profundamente dormida: me usaba de somnífero...ji,ji

En casa la lectura era un "deporte". En esos tiempos sin tele, vivíamos sólo con la radio y los libros. Cuando nos preguntaban que qué queríamos para el cumpleaños o para Navidad, casi siempre eran libros. Mi hermana era un completo ratón de biblioteca. Leía todo lo que tuviera a mano. Incluso un libro que había sido de mi abuela paterna, sobre la vida de santos y mártires...

Otra que ahora no lee porque está en cama y le resulta incómodo por el problema de los anteojos y el peso de los libros, es mami, a sus noventa y ocho. Pero ella vivió parte de su vida a través de los libros. No podía estar sin leer, y si no, releía y releía sus favoritos.



Con el paso del tiempo, mi hijo lee sólo lo necesario, creo. Mi segunda hija es una buena lectora, y la menor no tiene mucha constancia...

domingo, 28 de septiembre de 2008

LOS HIJOS

Ayer fui al cumpleaños de la novia de mi hijo. Conocí a varias personas de su familia. Conversamos y nos reímos bastante. Fue muy agradable. Hace tiempo que no estaba en una reunión social, puramente, o sea, nada de trabajo. Simplemente charlar.



Como es lógico, aun a estas edades, el tema hijos es algo inevitable. Es que los papás lo somos por siempre...



Hablamos también de ninguno de los presentes tenía nietos, y que actualmente los jóvenes evitan cada vez más esta decisión... (enotras palabras:no nos quieren hacer abuelos, ja,ja).



Entonces dije algo que siempre he pensado, si bien en algunos momentos de mi vida no estuve tan segura...mmm. Y esta mañana me levanté pensando en eso.



Es que realmente, el tener hijos nos cambia para siempre . Pero, contrariamente a lo que muchos piensan, eso no es nada negativo. la pareja puede estar siempre, o no. Pero los hijos siempre lo serán. Y si no existieran, no sé qué ni cómo hubiera sido mi vida.



Los hijos nos hacen pasar malas noches, de chicos y de grandes también. Nos desafían, nos hacen perder la paciencia a veces, nos hacen pensar en qué bueno sería renunciar , o tomarse vacaciones, o nos hacen cuestionar si fue correcto traerlos a este mundo... Porque es cierto que muchas veces tenemos ganas de tirarlo todo por la borda. Pero en realidad no lo hacemos.



Porque los hijos nos renuevan, nos cuestionan,nos enseñan, nos despiertan, nos mantienen en la actualidad... De otra manera,cómo estaría escribiendo yo en este teclado? ¿Cómo estaría trabajando? ¿Cómo habría escuchado mucha música actual, sin quedarme en la de mi juventud? (una tía mía que nunca tuvo hijos, se escandalizaba con los Beatles y sólo escuchaba fox-trots y chárleston) Sí, me pregunto cómo hubiera sido mi vida sin ellos. Porque el lazo madre-hijos es algo que se mantiene a pesar de todo. Y sé que puedo confiar en ellos y ellos en mí. Sé que si de pronto hay algún enojo, no será para siempre, sé que no puedo "divorciarme" de ellos.



Que un hijo cambia a la pareja? Sí. Pero es un cambio positivo. No es estar nada más uno pendiente del otro, sino además, tener alguien nuevo, ampliarse, trabajar juntos y unidos para formar otro ser humano. No es una tarea fácil.Es un desafío. Pero vale la pena.



Y es que hay algunas parejas que eligen tener mascotas... Bueno, la mascota también necesita cariño, responsabilidad, cuidado , alimento... y la mascota nos quiere y festeja cada vez que llegamos, y si salimos tenemos que ver quién la cuida... Pero, si bien queremos a nuestra mascota... resulta que es una mascota . Que es menos problema que un hijo? por supuesto: no discute,no nos contradice, no nos pone en jaque, nos obedece con sólo un gesto... una mascota es u na mascota...



Y los hijos son los hijos. Y no me arrepentiré nunca de haberlos tenido.

viernes, 26 de septiembre de 2008

COSAS QUE ME ENOJAN

Al margen de lo que escribí ayer, quiero comentar algo que siempre me ha incomodado y ha hecho que mi adaptación aquí fuera más difícil.

Es que acabo de hablar con una persona de mi organización y dio tantos rodeos para decirme algo que finalmente no entendí qué es lo que me quería decir. Mi pregunta es: ¿ Por qué la gente de este país no habla las cosas directamente? ¿Por qué no dicen las cosas concretamente? ¿ Por qué dicen "si" cuando en realidad quieren decir no? ¿Por qué se compromente a algo que sasben que no pueden cumplir, y despué ni te llaman, ni te avisan y te dejan esperando? ¿ Por qué mienten todo el tiempo? ¿Por qué cuando llamas para ver qué les pasó, te dicen que justo estaban por llamarte, pero que tuvieron una emergencia... que no te explican? ¿Por qué esa falta de respeto por el tiempo de los otros,por qué esa falta de consideración hacia personas que lo que quieren es ayudarle?

Ah , es que me da una rabia esa inconsistencia!

Y ayer pensaba, a raíz de lo que escribí, en otra cosa. Por ejemplo, en Argentina, recuerdo que cualquier amiga te tocaba el timbre, sin previa llamada telefónica, y aparecía en tu casa con un paquete de algo para acompañar el té o el café...(o el mate) .Una le abría la puerta, aunque estuviera hecha una facha y se sentaba a charlar sin preocuparse de poner una mesa con mantel blanco y tazas de porcelana... Pues aquí no. Aquí, aunque sea la vecina de enfrente, tenés sue llegar previa invitación formal, y te espera con la casa hecha una joya, todo impecable (no vaya a ser que después la critiques) y todo sale perfecto,hasta la conversación.

Es que los amigos son los amigos! Aquí con la única que funcionaron las cosas a nuestra forma de ser, fue con la vecina-amiga. Los chicos podían entrar o salir de nuestras respectivas casas sin importar cómo estuviéramos vestidos ni en qué estado estuvira la casa... Con las demás vecinas, las cosas no eran así. Los chicos no entraban a las otras casa. Estaba bien que jugaran en la calle mientras no lloviera, y después, cada uno a su cueva...

Lo más difícil aquí es conseguir amigos o amigas. Cada uno se mantiene alerta dentro de sus dominios... "No pasarán" ... me viene a la mente... O sea, somos amigos , pero hasta aquí. Contáme tus cosas pero no te cuento las mías, o las mías las disfrazo de felicidad.

Yo sé que los tiempos han cambiado para todo el mundo y que la gente vive más estresada, más ocupada, desesperada porque la plata no alcanza (nunca alcanza) , porque cada vez hay más exigencias, más ofertas,más tentaciones, más tarjetas de crédito... pero los amigos son siempre los amigos, y si no existieran, la vida no tendría mucho sentido.

Afortunadamente, en este aislamiento humano, encontré a esa amiga que me ayudó a sobrevivir en esta sociedad tan tibia...

Y lo difícil es aprender a aceptar que las cosas son así y no las puedo cambiar... A veces me siento muy sola, pero encontré esta ventanita que me acerca a los amigos de verdad, a mis seres queridos... y me olvido...

jueves, 25 de septiembre de 2008

Los chicos crecen...

Estaba contenta con mi nueva casa,con mi nuevo barrio, con mi nueva amiga. Los chicos jugaban mucho juntos. O estaban en casa o estábamos en la casa de ella. Charlábamos y ellos hacían desorden.

El marido de ella tenía un trabajo en el que le pagaban muy bien, así que vivían sin sobresaltos y con dos empleadas domésticas. Los chicos tenían toneladas de juguetes... lo que provocaba que hubieran peleas... por la posesión de los mismos. Los chicos de ella, digo. Les habían dejado muy claro el sentido de la propiedad. Habían cosas increíbles. Hasta en la heladera (refri, dicen por acá) habían refrescos para cada uno. Las galletitas también tenían nombre y apellido... Cada uno defendía a capa y espada sus posesiones...

Aunque han pasado muchos años, las cosas siguen igual...

Los dos mayores empezaron a ir a un Jardín de Infantes con Maternal (kinder y maternal) . Me acuerdo las caminatas , llevando a la más chiquita en el coche, me acuerdo de las pataletas y berrinches cuando dejaba a la del medio (que le dicen sandwich... mmm) y tenía que salir casi huyendo, cuando en realidad la pasaba muy bien. Supongo que no le hacía gracia que me fuera con la chiquitita yo sola... y luego las pataletas y berrinches al pasar frente a la heladería... Ah, qué lucha... Lo que era andar por la calle con el trío. Bueno, era una la que daba la guerra...mmm



Bueno, los chicos crecieron. El mayor , que ya había hecho cursos de iniciación musical, hizo una prueba y entró al programa infantil de la Orquesta Sinfónica. Así que empezaba escuela y empezaba con la música, concretamente, con el violín.

Las chicas se quedaron conmigo. Un año decidí que no irían a ningún maternal, sino que estarían conmigo. Pero al siguiente, pensé que sería bueno no sólo que ellas aprendieran a relacionarse con otros chicos, aprendieran a hacer otras cosas, jugaran , se divirtieran, sino que yo también tuviera un recreo como madre...

La más grande tuvo su iniciación con la pintura. La maestra estaba fascinada con ella y la estimuló mucho. El "Jardín" era realmente una casa con jardín, y las chicas lo pasaban bien.

Así que su etapa educativa formal había empezado. Ya los chicos eran no sólo míos sino que ya empezaban a pertenecer también a la sociedad, empezaban a aprender cosas de otros chicos, tenían maestras, tenían fiestas de cumpleaños y... tenían una mamá que corría de un lado para otro, pero que también tenía sus ratos para ser sólo una persona común y corriente, no sólo mamá.

martes, 23 de septiembre de 2008

Sobrino

Hoy recibí una gran noticia. Un sobrino mío, hijo de mi hermano mayor, fue dado finalmente de baja del Ejército de EE.UU... Qué alegría. Al pobre ya le había tocado ir a Irak , y pensó que no volverían a llamarlo, pero se equivocó. Pero el tiempo fue pasando y pasando y finalmente le dieron de baja...Ya no tiene que volver!

Mi hermano mayor se fue a Estados Unidos después de la desaparición de mi hermana. El se había casado muy joven con una chica cuyo padre era norteamericano. Así que se fueron con sus tres chicos para allá. Allá crecieron, y se nacionalizaron. Y se quedaron. Se fueron casando uno a uno, hasta el menor. Sólo que éste cometió la tontería de enrolarse pensando que garantizaba su vida,y lo que se garantizó fue el susto y los traumas...

Mi hermano mayor fue el preferido de papi. Según mami, papi sólo tenía ojos para él. Y nosotros lo sentíamos... Y lo peor es que al notar ese favoritismo, lo fuimos relegando...

El es muy callado y su mujer habla hasta por los codos. Llevan miles de años casados y se llevan muy bien. Pero él sigue siendo muy reservado. Felizmente , y gracias al internet otra vez, nos estamos comunicando más ...

Ellos se fueron de Argentina por temor a que les pasara algo a ellos o a los chicos. Había una creencia de que yo estaba metida en política y que me había ido a España porque quién sabe en qué andaba metida. Y estaba en cualquier cosa menos la política. Pero unos vecinos suyos hicieron un muro entre las dos casas y entre su amistad porque pensaban que yo era peligrosa...JA JA JA JA!!!! Que yo era peligrosa... Eso sí es gracioso. Pero me dolió igual. Y me dolió pensar que en cierta forma se fueran de su casa por mí. Bueno, por el miedo a que los militares quisieran llevarse a toda la familia también... En esos tiempos nadie estaba seguro ni nadie sabía lo que pasaba o lo que podía pasar...

Pero, el colmo fue que su hijo se enrolara en el ejército... Ellos se enteraron cuando ya lo había hecho. Y fue una amiga de ellos la que lo entusiasmó a hacerlo... La pobre andaba toda arrepentida y se sentía culpable...

Y por hoy no escribo más. Sólo voy intercalando historias...

sábado, 20 de septiembre de 2008

Nuevo barrio, nueva amiga

Fue toda una ilusión estrenar casa. Fue una ilusión construírla, aunque para eso tuvimos que vender nuestro auto y moderar los gastos, para lo que mi marido era un experto, por herencia,ja,ja.

Uno de esos primeros días apareció en mi puerta una vecina. Me contó que era chilena de nacimiento, pero de mamá nicaragüense y papá español. Su vida la había hecho repartida entre varios países: Costa Rica, Venezuela, Portugal, Estados Unidos, Austria... muy variado ... se había casado tres veces (reincidente) y tenía tres hijos. La primera no era del último matrimonio.

Comenzamos a hablar, a conocernos y a compartir momentos en la calle cuidando hijos (el más chiquito era un bebito que acababan de bautizar cuando nos mudamos.Ahora toca batería y tortura a todos los vecinos con el escándalo).

Encontré una amiga con quien charlar , diferente a toda la gente de por aquí. Acá las relaciones son muy superficiales, las amigas son instantáneas, pero instantáneamente desaparecen de tu vida. La gente teme contar sus cosas a otras personas porque desconfía... desconfía de que después vayan ventilando por ahí su vida.

Fue una de las cosas que me asombraba de aquí: recuerdo que mi marido no quería que yo tuviera amigas, no quería que yo hablara con nadie, y menos de nuestras cosas. No quería que nadie supiera nada de nosotros,salvo que mantuviéramos las apariencias y que todo el mundo creyera que todo iba bien...

Pues esta amiga no ha sido instantánea y se ha mantenido, con altibajos, a lo largo de todos los años que vivimos en esta casa. Cuando los chicos se iban a la escuela, nos íbamos juntas a hacer compras, tomábamos café todas las tardes, cuidábamos chicos, y por mucho tiempo salíamos las dos parejas al cine o a comer afuera.Incluso, muchas veces salíamos las dos familias a almorzar afuera los domingos, lo que era caótico, o, lo mejor, nos íbamos a picniquear a algún lado y lo pasábamos fenomenal.

Lo curioso es que ,a pesar de las diferencias, de las experiencias vividas de cada una (ella venía de un hogar disuelto y un padre permisivo que la crió, como pudo) , de que ella tenía un carácter muy fuerte y yo seguía siendo la chica sumisa y miedosa, de que ella veía todo lo negativo de la vida y yo creía en el conejo de Pascuas (ji,ji) , teníamos nuestros sueños , y hablábamos de nuestros problemas.Si no hubiera sido por ella, no sé cómo hubiera sido mi vida aquí... tal vez me habría adaptado a las costumbres, me habría hecho superficial en mis relaciones... ???

Quien sabe. Todavía de vez en cuando tomamos café juntas, de vez en cuando vamos a un concierto, y nuestros hijos han crecido y vivido distanciados por una pared y por las cosas que van separando a las personas...

jueves, 18 de septiembre de 2008

Otro paréntesis más

Esto fue hace muchos años. Sin embargo, estoy en la misma casa, que ha ido quedando vacía. Ahora me pregunto si la dejo. Si me voy a otra, a otro barrio, si cambio todo.

Actualmente sólo la más pequeña está conmigo. Bueno,la más pequeña y mami, que me la traje hace como siete años. En ese entonces ella era una "chica" que cumplió los 91 en mi casa.

Se me hace extraño recordar ahora con qué ansiedad la esperaba. Cuánto la idealizaba, cuánto la añoraba. La distancia crea monstruos. Uno va engrandeciendo los recuerdos... Se olvida de muchas cosas y guarda sólo la esencia de las personas. Qué salvada! Ojalá hagan lo mismo conmigo...ja,ja.

Sólo tres mujeres estamos aquí ahora. Tres personas diferentes que sin embargo llevamos la misma sangre. Y cada una con su historia, con sus recuerdos, con sus alegrías y sus tristezas.

Y es que hoy me siento medio aplastada de tanta historia. Hoy quisiera agarrar alas y volar sin rumbo fijo, desentenderme de todo... aunque sea por un día.

Mami está en cama. Ella se dedica a ver tele, hacer palabras cruzadas y jugar Scrabel todas las noches, conmigo. Es una mujer fuera de lo común, y a pesar de los años mantiene su espíritu y siempre está de buen humor, bueno, casi siempre. Pero cuando no, existe el recurso de salir del cuarto... y listo.Se le pasa rápido.

Mi hija estudia y anda deprimida. Se siente sola.

Así que mejor paso este capítulo rápido... no fue un capítulo sino un paréntesis con la realidad de hoy.

lunes, 15 de septiembre de 2008

ALGUNOS CAMBIOS IMPORTANTES

Por ahora me salteo la adolescencia. Aunque para algunos fue la época más feliz... yo no albergo los mismos sentimientos hacia esos tiempos...

Entonces ya con tres chicos chiquitos... mis papás de visita ... todo estaba en armonía, aunque me aferraba hasta con las uñas a mami, tratando de detener su partida, que fue inevitable.

Poco después mi marido terminó su trabajo en la Universidad y siguió trabajndo con algunos sindicatos,como asesor. Era mucho trabajo y poca ganancia. Pero era lo que conseguía. Con la Corte no quería volver. Eran tiempos un poco revueltos y sus ideas políticas no lo ayudaban a conseguir otro trabajo.

Nos mudamos más cerca de la capital, a un barrio en el que la gente vivía menos encerrada. Había una plaza de juegos (parquecito, dicen aquí) por ahí cerca, así que me iba con el cochecito con la más chiquita y los otros dos, que no eran tan grandes... el mayor ,tres años y medio, la siguiente, un año y un poco más y la bebita. Había muchos chicos , así que tenían con quien jugar.

Y entonces empezamos a constuir nuestra casa, en la que vivo ahora.

Al poco tiempo nos instalamos en la casa nueva,el nuevo barrio y nuevos vecinos.

Habían varias mamás con chicos pequeños , entonces fue muy lindo, porque salíamos a la calle , los chicos jugaban y las mamás charlábamos mientras vigilábamos...

Porque aunque fue hace muchos años, ya había inseguridad y no se podía dejar a los chicos solos afuera. Había que cuidar que no pasara algún desaprensivo , algún ladrón, algún sinvergüenza... pero también había que vigilar que estuvieran bien , que no se golpearan... eran tan chiquitos!!!

Ese año fue la guerra de las Malvinas...

Y también hubo una huelga de médicos que duró no me acuerdo cuánto, pero fue la más larga que ha habido hasta el momento. Y mi marido era el asesor del Sindicato de los médicos.

Lo recuerdo muy bien porque los médicos venían a casa y hablábamos de los pormenores de esa guerra... y hasta nos emocionábamos pensando que se podía ganar... y estábamos furiosos con los chilenos por prestarles sus aeropuertos a los ingleses, y con los gringos (yankees) porque se habían aliado con su madre Inglaterra... y ni hablar de la "dama de hierro"...

Era también el tiempo en que cayó Somoza, en Nicaragua, eran tiempos de guerrilleros, eran tiempos convulsos por todos lados. Era como una epidemia de militares en todos los países, donde se sentían (y eran) muy fuertes.Donde los derechos humanos les importaba un rábano, y habían desaparecidos en todos los países, gente torturada... en fin.

Y nosotros en casa nueva, comenzando con una familia. Creo que en esos tiempos yo pensaba que todo podía salir bien. Me sentía más acompañada. Tenía una nueva amiga, que vivía al lado de casa. Conocía a otras mamás con las que poder charlar y compartir ... Me sentía menos sola.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Un vistazo hacia atrás

Hago aquí un alto en el camino, para pegar un salto atrás. Estaba pensando en qué fue lo que me llevó a ser esa "super-mamá"... los antecedentes...


Pero no antecedentes penales, je,je... Quiero recordar un poco mi infancia.


Como ya dije antes, soy la cuarta entre cinco hermanos. Mi niñez transcurrió entre la "quinta" , Montreal, la casa de mi abuela, las idas a Miramar con mi familia postiza, y la quinta otra vez.


Felizmente, pienso que mi niñez fue como la que cualquier chico podría desear: era querida, tenía hermanos, hermanos postizos, papás postizos, amigas, tías, abuelos , mucho espacio para jugar y correr...


La quinta era un lugar fantástico . Vivíamos en una casa que había construído mi padre, ayudado por su hermano y alguno que otro obrero. Era una casa sencilla pero tenía lo necesario, al menos lo necesario pare ese entonces.


Mi padre tuvo muchos altibajos con su trabajo, e incluso en una época quedó cesante de su puesto en el gobierno y tuvo que hacer lo que fuera. En este caso, "lo que fuera" fue repartir chicos en las escuelas, criar gallinas, vender leche (teníamos una vaca super productora) , vender naranjas y mandarinas, tener un "hotel para perros y gatos"... Enfin, papi se las rebuscó para darnos la vida que èl pensaba que necesitábamos.


Ahora que lo pienso, me doy cuenta de que no debe haber sido fácil: íbamos a una escuela privada y había que mantener el "status" de familia acomodada... Mmmm


Mami había sido criada en un barrio elegante . Su padre , un escocés, se había dedicado a la importaciónde telas de Inglaterra. Mami había vivido siempre bien y estaba acostumbrada a salir, ir al teatro y conciertos y codearse con escritores y poetas de aquellos tiempos.


De pronto, se convertía en mamá granjera y cuidadora de perros... Papi se desvivíapor darle una buena vida. Me temo que ella siempre añoró su juventud. Afortunadamente para ella, no era muy sociable, así que no extrañó a sus amigas, pero tal vez sí las comodidades de su casa.


Papi venía de una familia en la que se habían ido empobreciendo. Su madre había heredado muchas tierras en una zona que ahora es carísima, y parece que mi abuelo era medio "tarambana" con el dinero, hizo inversiones y gastos y tuvieron que ir vendiendo todo, hasta que sólo quedó la quinta, al final de la "legua".


Y ahí vivíamos nosotros, ajenos a todos los problemas económicos y las angustias. Ellos parecían siempre salidos de una película de Hollywood, donde todo va bien. Y no es que nosotros fuéramos ciegos, ya que detectábamos diferencias entre nuestros amigos y nuestros compañeros de escuela. A veces era una tragedia pedir que nos compraran un cuaderno nuevo o lápices de colores...


La quinta siempre atraía familiares y amigos, así que los fines de semana, especialmente en verano, éramos multitudes. Papi había construído una "pileta" (como le decimos en Argentina a la piscina) y los veranos eran una maravilla, cuando la limpiábamos, sacábamos todos los sapos y ranas que habían hecho fiesta durante el invierno, papi la pintaba y... comenzaba a llenarse.


El agua era espantosamente fría, sobre todo los primeros días, y había que ser realmente valiente para zambullirse : se nos cortaba la respiración y quedábamos paralizados!


Teníamos una hectárea y media para correr, treparnos a los árboles, comer todas las naranjas, mandarinas , damascos, higos... que se nos ocurriera. Mami inventaba toda clase de postres a base de leche y de huevos , y por las tardes hacíamos fila frente a la ventana de la cocina para que nos diera un vaso de "Vascolet" y pan con miel o scons...


En invierno llegábamos por la tarde de la escuela corriendo a sentarnos a la mesa a tomar nuestra bebida de chocolate caliente con medias lunas o "pebetes" con dulce de leche , mientras esperábamos nuestras novelas de entonces, por radio, desde luego,porque en nuestraniñez no hubo tele. Escuchábamos, amontonados junto al aparato, Tarzán, Sandokán y otra que creo que se llamaba Hacha brava. Ah, qué emocionante era ir siguiento capítulo tras capítulo...


La quinta quedaba lejos de la "civilización" , entonces. La calle era de tierra, que se ponía infernal con las lluvias. Para salir de casa a veces era una tragedia y había que ver como sacar el auto cuando se quedaba empantanado. Todos empujábamos. Para tomar el "colectivo" (aquí dicen bus) había que caminar unas siete cuadras para cualquier lado. No había teléfono , ni siquiera uno público, ni en casa ni en las cercanías. A veces teníamos que pedirle prestado a algún vecino lejano . Conseguir línea telefónica nos llevó años. Cuando lo logramos, nos mudamos a otra casa...


También había que pegar unas buenas caminatas para ir a comprar la comida. Pero normalmente mis padres hacían las compras grandes en una cooperativa de Padres de familia.


La escuela a la que íbamos era muy estricta. Uno casi no podía respirar cuando andaba la directora cerca : qué miedo! En las aulas podía escucharse el vuelo de una mosca: ni chistábamos. Sólo nos relajábamos un poco cuando la maestra tenía que salir un momento de la clase.


Y así como la educación escolar fue estricta,también lo fue en casa. Éramos un pequeño ejército. El que se salvó un poco de la disciplina fue el menor... como era el chiquito...


A papi le teníamos miedo. Lo queríamos, pero le temíamos. Mami era la comprensiva,la amorosa, la divertida, la que inventaba juegos. Papi era la ley . Y nuestro mayor temor era que mami le pusiera alguna queja de nosotros. No nos pegaba, pero cuando nos regañaba nos sentíamos como perros apaleados.


Ahora lo veo desde la distancia. Sé que tenía mucho estrés acumulado y sé que también él había sido criado de forma muy estricta con un padre bastante ausente y una madre que sólo pensaba en la iglesia: misas diarias, comunión diaria y toda la opresión y tabúes de aquella época.


Y creo que ahora, que me estoy dedicando a escribir un poco lo que ha pasado, puedo entender mejor a la "super mamá" de hace tantos años, cuando comenzaba apenas su tarea.


Y eso que todavía no he hablado de mi adolescencia... pero , eso lo haré otro día.

jueves, 11 de septiembre de 2008

UNA HIJA!

Gran alboroto por la llegada de mis padres.! Ya estábamos en diciembre y mi hija acababa de cumplir un año. Faltaban pocos días...

Qué alegría verlos a los dos en casa! Como sólo tenía dos dormitorios, tuve que hacer una división en la sala , con una biblioteca.

Mi marido había tenido problemas en la Universidad y la situación no estaba muy buena, económicamente. Incluso hubo un juicio por difamación hacia uno de los profesores... que felizmente se ganó...

A los pocos días de llegar mis padres, tuvimos que operar nuevamente de una hernia a mi hijo. Así que los dejé un día a cargo de la casa y de la nieta.

Ya recuperado, ellos se fueron un par de días a las playas del Caribe, para que papi conociera. Pero cuando volvieron, ya estaba lista para el acontecimiento. Pasó mi cumpleaños (qué alegría que ellos estuvieran) y...

... el médico nos dijo que en épocas navideñas el servivio hospitalario no era tan bueno, que mucho personal estaba libre... que era conveniente adelantar la fecha, ya que igual, inevitablemente, iba a ser cesárea...

Así que el 21 me interné,esta vez sin pelearme con la gente de admisión, por suerte, y el 22 ya estaba en la sala de operaciones, sin dolores de parto...

Y al despertarme conocí a mi nueva hija. Qué divina! Fue un amor a primera vista. Y me olvidé de los temores que me habían acompañado los nueve meses, las penas y frustraciones. Era una bebita preciosa!!!

Entonces, creo que estuve dos días internada... Lo que me acuerdo es que pasé Navidad en casa y hasta me atreví a tomar una copa de champagne, en cama...

Y así completé mi trío... y dejé de contar... hijos. Porque la historia apenas empieza

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Y pasan los meses

Así que ... viaje de vuelta a casa, a la soledad.

Con muchos temores empecé este nuevo embarazo, mientras los otros dos crecían. El mayor me estaba dando problemas para comer: había que perseguirlo. La segunda, arrollaba al mundo con su "motito" de plástico y, casi sin saber caminar, se lanzaba por la pendiente de entrada de la casa, sin ningún temor...

Con esa motito hubo más de un magullado... principalmente los usuarios ...

Un día se me ocurrió ir la la Universidad, al menos para salir del encierro. En Buenos Aires había asistido a un curso de poesía española contemporánea. También había intentado seguir la carrera de Letras, hasta que cerraron la Universidad por la muerte de Perón y los disturbios posteriores...´(En Filosofía y Letras siempre se estaba expuesto a eso). Así que dije... aunque sea de oyente...

En realidad, siempre me sentí inclinada hacia las letras. También había hecho un curso de periodismo. Y después de fotografía... De todo un poco...

Me aceptaron como oyente, ya que el curso estaba empezado. Entonces un día conseguí alguien que cuidara los chicos y, con bebé en la pancita, me fui alegremente con mis cuadernos a ser estudiante otra vez.

El curso era una vez por semana.

Pero,la alegría de ser estudiante no duró mucho: resulta que cuando llegaba a casa los chicos estaban hechos un desastre. La chica que los cuidaba no era muy responsable y mi chiquita andaba con sus pañales mojados ... todo era más o menos caótico. Mi marido dijo que eso no podía ser así, que mejor saliera del curso, que los chicos no podían quedarse con esa persona...

Así que la alegría de ser estudiante nuevamente fue pasajera.

Compramos un perrito y teníamos bastante espacio para jugar en el jardín, mientras la pancita crecía.

Mi hijo era tranquilo , pero vivaz y atento. Mi hija era como un torbellino ... y rabiosa! Se trepaba a todos lados. Tenía que andar corriendo tras ella y a veces bajarla de la reja, a la que se trepaba como un monito. A los diez meses, ya caminaba.

Felizmente, porque con mi panza in crescendo se me hacía muy difícil alzarla...

Y así fue pasando el tiempo. Mi padres, los dos esta vez, viajarían para estar a la llegada de la nueva nieta (entonces tampoco sabíamos cuál sería su sexo, naturalmente) . Así que me alisté para la espera...

jueves, 4 de septiembre de 2008

Así que fue mi amiga la que me dio la noticia. Lo supo antes que yo.
A los días volví Buenos Aires ...hablé con un médico. Estaba asustada, porque ya me habían dicho que cuando son cesáreas es conveniente distanciar los embarazos. Pero no, de esa forma mi cuerpo no tendría tiempo de reponerse. Y no había nada que hacer más que seguir adelante.
Tenía mucha rabia, mucha frustración... pero, bueno, apechugar otra vez.
En aquella época los únicos medios de comunicación dependían del correo ,y que las cartas no se perdieran por el camino. Bueno, ojo, que el teléfono ya existía, je,je... pero era muy caro. Así que va la carta para Suiza anunciando las novedades...
Y el tiempo en mi país se me va volando, ente familia y amigos . Otra vez las ganas de poner el ancla y quedarme. Otra vez el empujón: tenés que volver... él es tu marido, el padre de tus hijos, qué harías vos sola aquí con tres hijos y todo ese tipo de argumentos.
Muchos argumentos que yo me tragaba porque me creía incapaz de salir adelante sola. Porque ya mi destino estaba escrito al casarme y no había salida. Porque estaba el temor de que me quitaran los hijos ... tantas cosas, tantos monstruos acechando ... : rechazo social, necesidades, soledad...
Como ya en esa época yo no trabajaba porque ...para qué, si mi marido ganaba bien, si no había necesidad, que mejor me dedicara a mis hijos y todas esas cosas que ya sabemos, y que todavía muchas mujeres siguen utilizando como excusa para no salir de su casa, para no ser rechazadas afuera, por tantas cosas... quedarse, quedarse, seguir dependiendo por siempre, sea como sea...
Es cierto que mi experiencia laboral no había sido muy placentera y odiaba ser empleada y cumplir horarios, y tener jefes , y ser mal pagada, y no tenía con quien dejar a los chicos... y mi autoestima estaba baja, y me sentía incapaz , y no había revalidado mi título de maestra, y pensaba que nadie me daría trabajo...
Y entonces volví a tomar el avión ,con dos chicos y medio... y mucha tristeza , mucho dolor de alejarme de mis seres queridos y volver a mi vida.

martes, 2 de septiembre de 2008

VISITA ...Y SORPRESA

Grán emoción, gran emoción ! Ver a mi amiga después de tantos años! Ella no conocía a mis hijos. Yo sólo a la mayor.
Y allí estaba en el aeropuerto. Abrazos,abrazos. Horas hablando con ella y montones de chicos:las tres chicas de ella y los dos míos. La más chica tenía una edad parecida a la mía.Creo que era un poco mayor.
Recuerdo las grandes conversadas que nos pegamos, especialmente cuando ya los chicos dormían... y hasta la abuela-mamá postiza... Como en los viejos tiempos.
Es curioso, porque muchos amigos se van perdiendo en el camino. Otros parecen perdidos pero reaparecen. Con ella hubo un largo silencio que afortunadamente la tecnología terminó por vencer, así que estamos otra vez en contacto. Es mi amiga más duradera, como podrán imaginarse. Y por suerte, también, han ido apareciendo nuevas en el camino, que, aunque también lejanas, ayudan a darle más sentido a la vida.
Una noche de esas en la que estaba conversando con mi amiga, le comento que estaba extrañada porque ... nada de menstruación... Se suponía que me vendría en el avión... pero, tal vez, con todo el alboroto, el estrés, las corridas... se me había asustado... pero TENDRÍA QUE VENIR...
-Mmm- dice ella. "-Qué tal si hacemos una prueba de laboratorio?_"
-No me asustes...
El caso es sí la hice .Entonces no eran de las que se compraban en la farmacia, sino que había que llevarlas a un laboratorio. Y ella conocía a alguien...
Así que el resultado no se hizo esperar: POSITIVO...
No puedo explicar lo que sentí en esos momentos. Me negaba a creerlo. Recordé una noche... yo furiosa... amenzazando con divorcio si quedaba embarazada de nuevo...
Pensé en la reciente cesárea... pensé tantas cosas...
Pero tuve que hacer frente a los hechos, y seguir adelante.

viernes, 29 de agosto de 2008

Otra mamá, otra familia

Otra vez en el avión, con mis dos hijos y con la mamá de mi amiga.


Antes de continuar la historia, quiero hablar de esta otra mamá,que fue una mamá "postiza" mía.Ella me conoció desde que nací. Es más, cuando nací ella vivía al lado de la casa de mi abuela, así que cuando me vio dijo, según me cuenta mami :-"Ay, qué lindo, una nena"- . Nueve meses después,nacía mi amiga, así que estábamos destinadas desde antes a ser amigas...


Pasó el tiempo, nos fuimos dos años a Canadá, volvimos... y volvimos a encontrarnos. Yo tendría como cuatro años...


Así que , como al regreso nos fuimos a vivir a la casa de mi abuela (todo el familión: éramos seis, contando a papi y mami) , nos encontramos los vecinos. Y ellos también eran un familión, así que había chicos para todas las edades. Jugábamos en la acera, corríamos por las escaleras de su casa y de la de mi abuela, nos delizábamos por las barandas, nos peléabamos de tanto en tanto mayores y menores...


Mi amiga y yo éramos las más chicas de cada familia, y entonces nos tocaba ser segregadas, apartadas, porque molestábamos mucho... Pero ahí encontramos nuestras pequeñas venganzas, lanzando sus juguetes al terreno baldío de al lado, por ejemplo... Y porque, como también éramos las chiquitas, siempre había quien nos defendiera.


Cuando ellos se iban de vacaciones a la playa, me llevaban a mí, para que mi amiga no estuviera sola ... así que pasé a ser parte de la familia. Sus hermanos eran mis hermanos, sus papás, los míos. Me adapté muy bien, porque de todas maneras eran vecinos y nos conocíamos todos.


Mi mamá postiza amaba a mi papá postizo. Él era su luz, su vida. Y nosotros éramos un montón (ellos cinco más la que escribe). Fueron veraneos inolvidables y divertidos. No nos bajábamos de la bici más que para comer, meternos al mar o dormir. Comíamos medias-lunas con dulce de leche, íbamos al cine, a la calesita, al muelle, al vivero... Qué vida más linda y despreocupada! Ah... y los alfajores de Mar del Plata...


Mis años más felices están ligados a esos veraneos , a esa familia, a esa mamá postiza que de vez en cuando nos pegaba una regañadita ("mocosos de porquería" nos decía cuando molestábamos demasiado o no conseguía sacarnos de la casa para que fuéramos a la playa, en vez de estar jugando a las cartas) pero que tuvo un enorme corazón donde cabíamos todos...


Lo bueno es que esa amistad se mantuvo a través de los años. Ya mis papás postizos no están ni tampoco dos de mis hermanos postizos...


Así que vuelvo al avión, pero siempre aparecerán ocasiones para hablar más de esta familia que todavía la considero mía.


Y, en el aeropuerto, mi amiga esperaba...

miércoles, 27 de agosto de 2008

HERMANOS

Ahora ya estoy bajando del avión, en Buenos Aires. Ya veo a mis padres esperando... qué emoción!

Y vamos a la casa, y vuelvo a mi cuarto , y encuentro a mi hermano menor, con quien siempre tuve una relación muy especial. Como él es casi seis años menos que yo, siempre me vio como a la hermana grande, pero no a la GRANDE GRANDE, sino a la hermana grande, pero la menor.Nosotros éramos cinco hermanos. Los cuatro primeros, de los cuales soy la última, nos llevamos un año cada uno. El vino rezagado, cuando ya nadie lo esperaba, el hermano sorpresa.Recuerdo que no me hacía ninguna gracia que me desplazaran del papel de hermanita menor.

El me seguía como una sombra. Y, a veces , fastidiaba un poco, justamente por su diferencia de edad. Cuando estaba con mi amiga del alma , se acercaba, se interponía, no nos dejaba hablar ni reírnos de las cosas que las "chicas grandes" se reían... (que por cierto,éramos las chicas más inocentes del mundo).

El caso es que mi "hermanito" ya era grande, y nos llevábamos muy bien. Siempre fue muy despierto, muy vivaz, muy gracioso, muy inteligente.

Bueno, el tema no será mi hermano,que por cierto estaba conociendo a otra sobrina más, sino mi llegada a casa. El jardín, el frío, que no sentía desde que estuve en Madrid, el encuentro familiar...Y esta vez, de veras. La vez anterior , como habíaido acompañada, fue casi una visita turístico-familiar, ya que mi marido nunca había estado en Buenos Aires.

Esta vez era sentirme en casa . Era como re-incorporarme a la familia.

Así que lo disfruté más. Pero todavía más, en realidad, ya que mi amiga del alma, la que lo había sido desde suprimer gritito al mundo, mi compañera de travesuras y aventuras ciclísiticas, la que mojaba mi cama cuando se quedaba a dormir en casa, la confidente de los primeros suspiros , la casi hermana mía, me invitó a visitarla a su casa... en otra provincia: Entre Ríos.

Así que esta intrépida super-mamá, se subió otra vez a un avión a encontrarse con su amiga...

Y eso será tema para otro capítulo.