viernes, 18 de julio de 2008

CAPITULO AMARGO...

Bueno, con todo, aunque mami se había ido, me quedaba la felicidad de ser madre. No es que fuera muy fácil. Y vivía muerta de miedo , vigilando a mi bebé convalesciente. Y luchando con pañales y mamaderas ... Entonces los desechables ni existían,creo. Eran de tela y había que estar lavando esa montaña por día.
Por mi inexperiencia no pude amamantar a mi bebito , así que estaba hirviendo mamaderas, que a veces se me olvidaba y se estallaban... Qué desastre! Salía un ratito al parque frente a casa y se arremolinaban los chicos vecinos para verlo. Era tan lindo! Las mamás y abuelas del vecindario daban consejos y me confundían toda... Y el calor...
Por cierto, a pesar del calor, siempre le calentaba agua para bañarlo. Un día iba con la olla de agua caliente para mezclara con la de su bañaderita, y me iba quemando... hasta que se me cayó y de verdad me quemé una mano. Y tuvimos que ir al hospital a que me curaran...
La cuestión es que... estoy evadiendo el tema...
A los ´dos días de haberse ido mami, llegó una carta de papi con la noticia. A mi hermana y a mi cuñado se los habían llevado los militares.
Ese fue uno de los golpes más fuertes de mi vida. Mi hermana era mi única hermana mujer. Era mayor que yo y siempre había sido mi consejera, mi amiga...
Hacía años se había casado y al principio no había querido tener hijos, para acomodarse consu casa y su nueva vida. Pero cuando quiso , empezaron los problemas. No quedaba embarazada. Cuando me fui para España le dije que volvería cuando ella tuviera un hijo.
De España me vine para aquí, quedé embarazada, y al poco tiempo ella me escribió que también estaba embarazada y que sería madre en diciembre. Estaba muy feliz. Estábamos muy felilces: las dos seríamos madres al fin.
Mi hijo nació en junio y al mes siguiente mi hermana desapareció. Y uno ya sabía lo que significaba que se la llevaran los militares... Es demasiado doloroso pensarlo , así que peores escribirlo. Empecé a pasarla mal , pensando en lo que estaría pasando, con lo feliz que estaba con la venida de su hijo... y yo que había pasado un embarazo normal, con todos los cuidados, y que había disfrutado cada movimiento que sentía en mi panza, y que habia pasado malas noches por el calor y por no saber cómo acomodarme... hasta me sentía culpable de ser madre, de tener un hijo y disfrutarlo... sentía que no lo merecía... sabía , claro no por experiencia , sino por lo que había leído y oído, lo que pasaba con las embarazadas de la felizmente hoy destruída Escuela de Mecánica de la Armada... y no podía dormir...
Así que siguió mi maternidad, y también la inquietud por tener noticias. En casa me decían que no escribiera, que las cartas podían caer en manos de los militares, que era peligroso, que no se podía hablar abiertamente...
Son esas desgracias que nunca piensa uno que pueden pasar. Que de un día para otro,cambien el destino de una familia y que nadie pudiera hacer nada. Lo peor es que hasta estos días no se sabe con certeza cómo terminó. Aunque sí leí unos años después, cuando ya los militares no estaban y se destapó todo, una revista en la que alguien contaba que había conocido a mi hermana . Nunca pude contactar a esa persona. Creo que había hecho las declaracioes en Francia o no sé dónde.
Todavía hoy me angustia el tema, aunque ya han pasado más de treinta años...
Así que hasta aquí llego.
Sigo otro día.

1 comentario:

Maria Rapela dijo...

ay que dificil, que duro...
que loco que hayas sacado ese tema...es insuperable....y as hay tantas familias y personas....con personas y seres queridos desaparecidos o simplemente asesiandos en las guerras que a diario vemos en la television..
siento mucho lo de tu hermana, pero que dicha que tu hijo haya salido bien adelante....