domingo, 13 de julio de 2008

PRIMERA DECEPCIÓN

Siempre hay una primera: en la vida, en la escuela, con una amiga o amigo, con un amor...

La historia siguiente fue así:

El papá volvió a su trabajo y quedamos mami y yo en la casa de mis suegros. Como íbamos a estar en la casa de ellos, supuso que yo no iba a necesitar plata para nada, sino que le dejó plata a su mamá para que comprara lo que fuera necesario.

Así que quedamos presas en una casa donde sabíamos que no éramos bienvenidas. Claro que por la mañana me iba a ver a mi hijo, que ya se iba recuperando, y mami me acompañaba. Ella no podía entrar, pero se quedaba abajo , en la recepción, leyendo. Ella con tal de salir de la casa, iba adonde fuera...

Pasaron los días y la tranquilidad volvía ... Uno de tantos, mi suegra decide ir a ver a su nieto por primera vez. Los horarios de visita del hospital eran muy limitados. Sólo la madre podía ir en casi cualquier momento. Eso sí, no podía quedarse.

El caso es que llega la hora de la visita y, como habíamos almorzado allí, íbamos a ir todos juntos (mi suegro también) . Y mi suegra empieza a hacer cosas ...barrer, dejar todo en orden, poner papel periódico sobre los sillones por sila perrita se subía... poner a remojar los frijoles para el día siguiente... de todo... Y yo, comiéndome las uñas porque el tiempo volaba.

Al verme desesperada, mami me dijo que me fuera yo y que los esperaba para ir juntos. Salí cual saeta (como diría mi cuñada) y llegando al hospital me acordé de que no les había dejado la tarjeta de visita. Ya no iba a regresar... Entonces le dije al guarda, que ya me conocía, que si le dejaba la tarjeta a él, porque pronto iban a llegar mami y mis suegros. Me dijo que me quedara tranquila, que èl conocía a mami, y que me llevara la tarjeta.

Al rato aparece mami despavorida: mi suegra estaba furiosa porque no la habían dejado pasar.Me voy para abajo y ya se habían ido.

Nos quedamos hasta el final de la visita y volvimos a la prisión...

Mi suegra estaba que echaba chispas , hablando por teléfono quién sabe con quién, contándole que YO le había dicho al guarda que no la dejaran pasar. Me puse a hablar con ella y ya sacó toda su rabia, rencor... que yo era una mal educada, que ella era maetra y que qué me creía yo, de decirle al guarda que no la dejaran pasar...etc.etc.etc. Intenté explicarle que yo no tenía ningún poder sobre el guarda y a quién él dejaba pasar... pero no había caso. Llamó al papá de mi hijo a ponerle las quejas y luego le hablé yo.

La gran decepción fue cuando me dijo "no sé a quién creerle".

1 comentario:

Maria Rapela dijo...

sias tonto que historia....
pero que dificil que la pareja no sepa a quien creer-le!!