viernes, 21 de noviembre de 2008

Los temblores

Hoy estuve acordándome de los temblores. Antes de llegar aquí, nunca los había experimentado, así que no sabía realmente cómo eran...



El primero lo sentí... si así se puede decir, cuando estaba embarazada de mi "hija sandwich".Ese día estaba subida a un banquito,tendiendo una ropa...y sentí que me sacudían. Casi de inmediato escuché a la gente del barrio pegando gritos. Así me enteré de que había sido un temblor...



El segundo, estaba mi hija más pequeña recién nacida. Yo estaba en la cama y sentí que me la movían. ´Como estaba sola con mis chicos, no fue sino hasta la tarde que regresó mi marido del trabajo, cuando le pregunté si lo que había sentido ese día había sido un temblor.



Nunca me lo tomé a la tremenda , ni salí corriendo. Los temblores por esta región son frecuentes y normales, y la tierra va liberando energía de esa forma. Pero sucede que cuando pasa mucho tiempo sin temblar, después viene algun fuerte.



Varios años después si sentí uno fuerte. La casa se sacudía como cuando soplaba el lobo feroz la casa de paja: todo sonaba, algunas cosas se cayeron, todo se movía... y los chicos dormían. A mi marido le agarraba pánico y casi siempre terminábamos en la casa de mi suegra, como esperando el fin del mundo...



Así que esporádicamente pasábamos una temporadita de temblores diarios. Justo el año en que nos fuimos para Francia, como que parecia que la tierra estaba enojada de nuestra partida,nos dio una despedida de película: todos los días,a cualquier hora, nos meneaban con ganas.Menos mal que para ese entonces ya la casa estaba arreglada, casi reconstruída, así que daba más seguridad.



Lo cierto es que los chicos dormían en colchones en el suelo pegados a nuestro cuarto, y nosotros con la puerta abierta... Fue una temporada inolvidable... y Francia nos esperaba en calma...

Hablé de ésto porque hace dos días me desperté con la cama que se movía para todos lados... y me acordé.

martes, 18 de noviembre de 2008

TIEMPOS POLVORIENTOS

Mis hijos me dicen que no se acuerdan mucho de esos tiempos de su niñez, así que también este blog les sirve como un ayuda-memoria.

Es cierto que hay muchas cosas que uno no recuerda. A veces mami me cuenta cosas de cuando yo era chica y de las que capaz que ni me enteraba entonces. Porque me las cuenta desde su perspectiva. Justamente el otro día estaba comentando eso. Todo depende del ángulo desde el que estés mirando. Es igual en la fotografía. Puedo ver los detalles o la totalidad.

Y para completarla, con los años también vemos las cosas diferentes, porque nuestra memoria las ha pulido, o las ha borrado...

Así que yo muchas veces tampoco me acuerdo de muchas cosas, felizmente, como los tiempos en que "convivimos " con un grupo de albañiles que estaban haciendo la remodelación de la casa.

Aquello fue terrible, pero aprendí a no preocuparme por el polvo que volba por todos los rincones, por saltar por encima de los huecos, por soportar el cambio de piso, las desconexiones de agua para hacer algún trabajo, las ventanas que se agrandaban, las paredes que caían, el vivir casi a la intemperie ... y con gente adentro de la casa...

Bueno, qué tiempos... La casa necesitaba forzosamente ser fortalecida, porque cuando la construímos, nadie vino a inspeccionarla y nosotros no sabíamos nada, de manera que el constructor nos robó materiales e hizo las cosas como le dio la gana. Las columnas eran sólo apariencia. Creo que fue algún ángel de la guarda que nos protegió de que no se cayera en alguno de esos temblores... Porque más que una casa, era como una cajita de fósforos...

En medio de esa época "polvorienta", recuerdo las charlas con los albañiles, las bromas...porque al fin, había que tomárselo a la risa. La única que estaba que echaba chispas era mi hija sandwich, que tenía unas peleas legendarias con los obreros, que terminaron con ella agarrando una manguera y empapando al maestro de obras... Huy, sí que había guerra!!!

Cuando finalmente llegó el día en que se fueron... me entró una especie de nostalgia... y hasta se me escapó alguna lagrimita al despedirlos...