jueves, 21 de agosto de 2008

Una escapada a la rutina

Ah, mamá a tiempo completo: alimentar hijos,mantenerlos limpios y contentos, jugar con ellos, alzarlos, mimarlos,cantarles canciones, salir al jardín, preparar almuerzo, limpiar, lavar ropa (ahora con la máquina), tenderla, esperar al cartero, salir a hacer compras de lo básico por el vecindario, charlar con alguno que otro vecino que pasara por la puerta, ir a la plaza ...

Esperar al marido a almorzar, esperar la lluvia, despedir al marido que va de vuelta al trabajo, ocuparme de los chicos toda la tarde. Llegada de la noche.


Undía mi marido dijo que lo enviaban a Suiza un par de meses por el trabajo (ahora trabajaba par el Sindicato de la Universidad,como asesor).


Inmediatamente pensé..."aquí no me quedo sola" ."-Bueno, si vas a Suiza, yo me voy para Argentina. "


Lo dudó, lo pensó... Hubieron algunos problemas en el trabajo (no por mi viaje,desde luego...) sino por la directiva de la Universidad, que lo consideraban problemático a él.


Finalmente dijeron que sí.


Así que empezaron los preparativos de viaje, que no iba a ser fácil,con el mayor de dos años y medio y la recién nacida de cuatro meses... Pero parece que nací aventurera y para allá me fui, mientras mi marido cruzaba el Atlántico rumbo a Suiza.


Claro, unos cuantos años menos que ahora ...


Ahora que lo pienso... qué loca! Hacerme semejante viajón. Lo cierto es que no me hacía ninguna gracia quedarme sola con doschicos chiquitos , sin familia ni amigos... y sin teléfono (que entonces no existían los celulares y conseguir una línea tampoco era fácil)... No, no, no... No quería estar sola. Y el panorama de ir a casa, estar con mis padres y hermanos, ver a mis amigos y amigas... era demasiado tentador! Y de paso,descansar de marido!!!!! (eso también era tentador)


Y, con un pie en el avión, los dejo.





martes, 19 de agosto de 2008

Ah, las despedidas...

Así es... Realmente fue maravilloso tener esta hija. Otra vez todos los instintos maternos volcados en ella. Y hasta logré repartir mi tiempo entre los dos. Y mi amor.

Llegó el día en que mami se tuvo que ir y otra vez el dolor de la separación.

Mi vida está llena de separaciones dolorosas: primero de mi familia, mis amigos y mi país. Después de España y las amigas que había tenido alli... Y luego, a lo largo de los años he tenido que afrontar tantas despedidas. Mi corazón se ha roto muchas veces. Y sin embargo, sigo viviendo. Igual que la cigarra... cantando al sol... como sobreviviente....

Pienso que a fuerza de tanto romperse mi corazón, a fuerza de tantas ausencias, despedidas,olvidos, reencuentros, me he hecho más fuerte... digo yo.

Entonces me encontré nuevamente dedicada a mis hijos, a salir al jardín, a las famosas visitas domingueras, infaltables... a la vida casera... a escribir cartas, que era mi escapada y mi unión con mis amigos y amigas (no existía internet ... que terrible y larga era la espera de cartas!!!) .

Mientras tanto me iba reponiendo de la segunda cesárea también...

Claro, tenía un marido inquieto e insaciable ... y desesperado, que no daba tregua, y no aceptaba ningún "no". Ya les contaré el siguiente paso.