Ah, mamá a tiempo completo: alimentar hijos,mantenerlos limpios y contentos, jugar con ellos, alzarlos, mimarlos,cantarles canciones, salir al jardín, preparar almuerzo, limpiar, lavar ropa (ahora con la máquina), tenderla, esperar al cartero, salir a hacer compras de lo básico por el vecindario, charlar con alguno que otro vecino que pasara por la puerta, ir a la plaza ...
Esperar al marido a almorzar, esperar la lluvia, despedir al marido que va de vuelta al trabajo, ocuparme de los chicos toda la tarde. Llegada de la noche.
Undía mi marido dijo que lo enviaban a Suiza un par de meses por el trabajo (ahora trabajaba par el Sindicato de la Universidad,como asesor).
Inmediatamente pensé..."aquí no me quedo sola" ."-Bueno, si vas a Suiza, yo me voy para Argentina. "
Lo dudó, lo pensó... Hubieron algunos problemas en el trabajo (no por mi viaje,desde luego...) sino por la directiva de la Universidad, que lo consideraban problemático a él.
Finalmente dijeron que sí.
Así que empezaron los preparativos de viaje, que no iba a ser fácil,con el mayor de dos años y medio y la recién nacida de cuatro meses... Pero parece que nací aventurera y para allá me fui, mientras mi marido cruzaba el Atlántico rumbo a Suiza.
Claro, unos cuantos años menos que ahora ...
Ahora que lo pienso... qué loca! Hacerme semejante viajón. Lo cierto es que no me hacía ninguna gracia quedarme sola con doschicos chiquitos , sin familia ni amigos... y sin teléfono (que entonces no existían los celulares y conseguir una línea tampoco era fácil)... No, no, no... No quería estar sola. Y el panorama de ir a casa, estar con mis padres y hermanos, ver a mis amigos y amigas... era demasiado tentador! Y de paso,descansar de marido!!!!! (eso también era tentador)
Y, con un pie en el avión, los dejo.