martes, 19 de agosto de 2008

Ah, las despedidas...

Así es... Realmente fue maravilloso tener esta hija. Otra vez todos los instintos maternos volcados en ella. Y hasta logré repartir mi tiempo entre los dos. Y mi amor.

Llegó el día en que mami se tuvo que ir y otra vez el dolor de la separación.

Mi vida está llena de separaciones dolorosas: primero de mi familia, mis amigos y mi país. Después de España y las amigas que había tenido alli... Y luego, a lo largo de los años he tenido que afrontar tantas despedidas. Mi corazón se ha roto muchas veces. Y sin embargo, sigo viviendo. Igual que la cigarra... cantando al sol... como sobreviviente....

Pienso que a fuerza de tanto romperse mi corazón, a fuerza de tantas ausencias, despedidas,olvidos, reencuentros, me he hecho más fuerte... digo yo.

Entonces me encontré nuevamente dedicada a mis hijos, a salir al jardín, a las famosas visitas domingueras, infaltables... a la vida casera... a escribir cartas, que era mi escapada y mi unión con mis amigos y amigas (no existía internet ... que terrible y larga era la espera de cartas!!!) .

Mientras tanto me iba reponiendo de la segunda cesárea también...

Claro, tenía un marido inquieto e insaciable ... y desesperado, que no daba tregua, y no aceptaba ningún "no". Ya les contaré el siguiente paso.

No hay comentarios: